Colau ayudará a pagar el IBI a los pobres con lo que pagan los ricos

El Ayuntamiento de Barcelona ya sabe qué hará con los 3,5 millones que recaudará de más después de aumentar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las rentas más altas de la ciudad, que son el 2%: los destinará a subvencionar la mitad del recibo de las familias más pobres, unas 20.000. Una medida cuya aplicación, a partir del verano, depende de alcanzar un acuerdo político para aprobar la ampliación presupuestaria.

El portavoz del gobierno de la alcaldesa Ada Colau, Gerardo Pisarello, presentó ayer la medida, como “paradigma de lo que el gobierno entiende por política redistributiva”. “No queremos una Barcelona desigual [...] sino que quien más lo necesita sea quién menos paga”, añadió.

Pisarello destacó que esta y otras ayudas son fruto de las aportaciones de los otros tres grupos municipales de izquierdas (ERC, PSC y la CUP) a las ordenanzas fiscales que se aprobaron a finales del 2015. Por ejemplo, el gobierno Colau había planteado una congelación de la IBI para todo el mundo, pero el PSC forzó un aumento del recibo al 2% de los propietarios, los más ricos.

El gerente de Economía, Jordi Ayala, subrayó que los 3,5 millones para subvencionar el IBI a las clases bajas (hasta un máximo de 175 euros), sumados al resto de ayudas, “incrementan por nuevo las que había hasta ahora”, con una dotación total de 7,1 millones de euros. El resto de ayudas serán para comercios emblemáticos y empresas culturales que inviertan en la ciudad, empresas que hagan contratos indefinidos o se sumen en el programa reempresa o nuevos autónomos. A parte, se mantienen las ayudas fiscales vigentes.

Presupuestos, este mes

Pisarello se mostró optimista sobre las negociaciones con ERC, el PSC y la CUP para aprobar la ampliación presupuestaria de 275 millones de euros. “Las negociaciones van bien, hemos conseguido aprobar una ampliación de crédito, las ordenanzas... el diálogo es fluido y esperamos tener presupuestos antes de que acabe el mes”.