La oposición carga contra Puigdemont por la moción de la CUP

El Parlament ha vivido este miércoles un agrio debate por una cuestión formal a cuenta de la moción de la CUP en la que insta a desobedecer al Tribunal Constitucional. La moción es el último punto del orden del día y no está previsto que se vote hasta la tarde del jueves, pero ha generado una serie de acusaciones mutuas antes de que se iniciara formalmente el debate de las cuestiones del orden del día y posteriormente en la sesión de control a Carles Puigdemont.

Miquel Iceta, líder del PSC, ha interpelado al presidente catalán sobre las consecuencias de la aprobación de la moción y de si consideraba que si se aprobaba el texto "podrá seguir diciendo que se respeta legalidad". Puigdemont ha replicado que le estaba preguntado por acuerdos de la Mesa del Parlament y que él solo respondía por las decisiones de su Gobierno.

Iceta le ha instado entonces a "respetar la separación de poderes" y ha afeado a la presidenta de la cámara, Carme Forcadell, que forme parte de la dirección del grupo parlamentario de Junts pel Sí. Puigdemont ha defendido que la cámara debata la moción de la CUP, ha replicado a Iceta que no veía "que tiene eso de extraño" y ha rematado: "A lo mejor le veré a usted en el grupo parlamentario de Ciudadanos, depende de qué pactos hagan".

Inés Arrimadas, presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos, ha insistido después y ha dicho que la moción era "un insulto a la democracia" y ha preguntado a Puigdemont si compartía que "se ponga a los Mossos entre la espada y la pared", pues la moción pide que la policía autonómica desobedezca a la Audiencia Nacional y no actúe como policía judicial en los procedimientos que investigan a los ayuntamientos catalanes por apoyar mociones de apoyo a la declaración soberanista que anuló el Tribunal Constitucional.

Puigdemont le ha replicado que empleaba "palabras de trazo grueso" y que él solo era responsable de lo que votaba, no de la moción de la CUP, a lo que Arrimadas le ha replicado que "le tiemblan las piernas por responder a estas preguntas". La líder de Ciudadanos ha rematado con la afirmación de que su grupo y el resto de la oposición representaban a más catalanes que Junts pel Sí y la CUP, lo que ha abierto un insólito turno de réplicas entre los portavoces parlamentarios. "No volverá a pasar", ha admitido Forcadell al ver el revuelo que se montaba.

La polémica ya se había iniciado cuando antes de empezar la sesión Carlos Carrizosa (C's) y Enric Millo (PP) han advertido a la presidenta de la cámara, Carme Forcadell, que el debate de la moción supondría un incumplimiento de la sentencia del Alto Tribunal, que anuló la declaración independentista del 9 de noviembre. Miquel Iceta, líder del PSC, se ha sumado al debate y ha instado a Forcadell a que se pronunciara, pues hace ocho días anunció que la moción fue admitida a cambio de que se cambiara su redacción inicial.

Forcadell ha replicado que La Mesa se reunirá en la tarde de este miércoles una vez acabada la sesión para decidir si se admitía a trámite la moción, que finalmente ha sido pactada entre Junts pel Sí y la CUP. Ha sido entonces, cuando ha tomado la palabra Joan Coscubiela (Catalunya sí que es Pot), quien ha recordado que se iba a celebrar un único pleno en dos sesiones y que, por tanto, se debía aclarar primero el orden del día del Pleno para atajar una situación que ha calificado de esperpéntica. "Hagan lo que tengan que hacer pero no contribuyan más a la degradación de esta institución, que es la primera de Cataluña", le ha espetado Coscubiela a Forcadell.

La presidenta de la cámara le ha pedido "que se abstenga de hacer estas consideraciones" y entonces ha pedido la palabra Anna Gabriel, portavoz parlamentaria de la CUP. "Lo que es esperpéntico es que no se pueda debatir", y ha cargado contra las decisiones del Tribunal Constitucional y la "persecución" de la Audiencia Nacional contra los ayuntamientos catalanes que aprobaron mociones a favor de la declaración soberanista.

"Pediría a la CUP que sepa encajar la aplicación de las leyes. Que no nos den mitines. No necesitamos lecciones de democracia", ha replicado Carrizosa, mientras Marta Rovira (Junts pel Sí) terciaba en favor de la decisión de la presidenta de aplazar la decisión de admitir a trámite o no el debate de la moción que insta a desobedecer al Constitucional y que solo votará la CUP.