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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Del Virrey Amat a Rosa Regàs: traidores de la patria

Un libro publicado por Viena Editorial selecciona a los catalanes que han servido al “colonialismo español”

Cristian Segura
Félix de Azúa (i), Albert Boadella (c), y Arcadi Espada(d).
Félix de Azúa (i), Albert Boadella (c), y Arcadi Espada(d).Marcel·li Sáenz

La primera página lo deja bien claro: “Todos conocemos a nuestros héroes, Guifré el Pilós, Macià, Pep Guardiola... Lo que quizá no conocemos tan bien son los malvados (o, si queréis, los contrahéroes) que han contribuido a que nuestro país haya permanecido cautivo durante siglos, sometido a un régimen colonial, de amos (ellos) y esclavos (nosotros)”. Estas líneas aparecen en la introducción de Perlas catalanas. Tres siglos de colaboracionistas, un libro publicado por Viena Editorial, un sello aparentemente serio que también publica obras de Marcel Proust, Lluís Permanyer o Zygmunt Bauman. El libelo está escrito por los hermanos Salvador y Jordi Avià, y por Joan­Marc Passada. Entre sus colaboracionistas de la colonización de Cataluña se encuentran nombres contemporáneos como Rosa Regàs, Arcadi Espada, Félix de Azúa, Duran i Lleida, Francesc de Carreras, Carme Chacón o Miquel Roca.

El libro es un libelo porque su finalidad es difamar con poca voluntad de objetividad o rigor académico. Así, en el perfil del colaboracionista Francesc Cambó, los autores aseguran que Francesca Bonnemaison era para el político una suerte de proxeneta. Bonnemaison fue una pedagoga fuertemente implicada en la educación y en los derechos de las mujeres. Bonnemaison mantuvo una intensa amistad con Cambó. En el libro Perlas catalanas se dice: “Algunas fuentes insinúan que [Bonnemaison] era quien le procuraba ciertas amistades femeninas, la mayoría de las cuales, por lo que parece, eran mucho más jóvenes”. El libro no especifica las fuentes consultadas.

Cada perfil de colaboracionista está precedido por una breve ficha introductoria. A modo de ejemplo, en el caso de Ferran Valls Taberner se indica: “(Barcelona, 1888/­1942). Historiador, antidemócrata, fascista y patrocinador del Opus.

La obra comienza incluyendo a catalanes y mallorquines que tuvieron cargos en las colonias americanas –tampoco se libra Fray Junípero Serra– pero también a personalidades del siglo XIX ampliamente aceptadas por la sociedad. Víctor Balaguer, referente de la Renaixença, es presentado como un villano al nivel de Lex Luthor, siendo Cambó y Duran i Lleida sus discípulos: “Suponemos que el colaboracionismo de Cambó era del estilo esquizofrénico que conocemos tan bien de otros prohombres como Víctor Balaguer. Estas ideas, con las adaptaciones adecuadas, han llegado hasta nuestros días, y siendo justos, hay que reconocer que han sido una contribución importante para mantenernos reducidos en la triste condición de pobres indígenas colonizados. El máximo representante de esta doctrina en la actualidad es un ser calvo, de nombre Josep Antoni”. A Duran i Lleida también se le tacha de “desequilibrado”.

Albert Boadella no podía faltar. De él se dice que “decidió ponerse una cadena al cuello y pasar a ser el perrito del mandarín de la capital del reino, y empezó a patinar (teatralmente, queremos decir) y a hacernos boadellar. Mal asunto para un comediante, pese a que la vida le va bien: parece que ahora vive en la metrópolis y come friskies del platito poco a poco. De vez en cuando dice alguna bestialidad, pero no se le echa de menos. Fue uno de los fundadores del partido neocolonialista Ciutadans­Ciudadanos”. De Carme Chacón apuntan que su madre se equivocó al parirla en Cataluña.

De la escritora Rosa Regás aseguran que “siempre se ha decantado por los caminos agradecidos del poder colonial, cosmopolita y poco patriota”. Otros nombres contemporáneos que aparecen en Perlas catalanas son Alejo Vidal ­Quadras, Josep Ramon Bosch o Josep Borrell. Tampoco faltan Juan Antonio Samaranch, Carlos Sentís o Josep Pla. También aparece en la lista Jaume Vicens Vives, como “historiador mutante, filonazi y oportunista”, a quien se le asume un entusiasmo por el franquismo: “Rápidamente se integró con los opinadores del momento, entusiastas del régimen franquista: Sentís, Ignasi Agustí, Santiago Nadal, Joan Ramon Masoliver, algunos de los cuales aplaudían enfervorecidos las victorias del Tercer Reich”. La revista Destino se describe en Perlas Catalanas como una cueva de falangistas recalcitrantes.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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