La luminosas venas de la Telefónica
El artista Pablo Valbuena (Madrid, 1978) ha utilizado más de 300 metros de líneas de luz y efectos de sonido para resaltar la instalación eléctrica del inmueble de la Gran Vía
En el Espacio Fundación Telefónica hay una exposición en la que el espacio expositivo está completamente vacío. Es la primera vez en la historia de esta institución en la que el artista no coloca ningún objeto en esta enorme sala, porque en esta ocasión la sala no es el continente sino el cuerpo de la exposición en sí mismo. Lo que ocurre es que el artista Pablo Valbuena (Madrid, 1978) ha utilizado más de 300 metros de líneas de luz y efectos de sonido para hacer evidente al espectador la (normalmente oculta) instalación eléctrica del inmueble, que circula por el falso techo derramando energía por doquier, y que ahora se ve como un deslumbrante sistema circulatorio o linfático del edificio. Una lección de anatomía arquitectónica del s. XXI sobre un edificio construido durante la década 1920.
Luz, oscuridad, arquitectura, tecnología, son algunos de las etiquetas que podrían aplicarse a la obra de Valbuena, y que en esta muestra se engloban bajo el título Kinemastope [Paisaje Técnico] (se puede ver hasta el 15 de mayo), un palabro que podría ser la forma de decir "lugar en movimiento" en griego. Es la primera parte de un proyecto que comenzó en la Gare D'Austerlitz de París, donde Valbuena iluminó secuencialmente las columnas del majestuoso espacio de tal forma que el espectador, diminuto, parecía estar saltando al túnel de entrada al hiperespacio en una película de ciencia ficción.
La obra de Valbuena, que no en vano estudió Arquitectura en la ETSAM de la Universidad Politécnica, suele desplegarse sobre soportes arquitectónicos preexistentes de forma site- especific. Otras de sus intervenciones en este sentido han tenido lugar en espacios como Matadero (Quadratura en la sala Abierto por Obras, en 2010), Laboral Centro de Arte (Para-sites, en 2010) o la Galería Max Estrella (Crono-grafía, en 2013), además de múltiples intervenciones internacionales en lugares como La Haya (donde realizó proyecciones sobre el ayuntamiento), Lovaina, Pittsburg o Singapur. La idea de fondo: manipular con luz el espacio físico para crear nuevos espacios en la mente del público. Que falta nos hace.
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