El 60% de los parados solo busca empleo en su comarca
La precariedad de las ofertas laborales es un freno para la movilidad
Seis de cada 10 parados catalanes descarta buscar trabajo fuera de su comarca, según datos del Servicio de Empleo de Cataluña (SOC). De los 518.080 desocupados inscritos el pasado mes enero, el 60% pidió que solo les remitieran ofertas de empresas ubicadas en su comarca. La reticencia a desplazarse más allá de estos límites ha disminuido en los últimos años: en 2009, eran dos de cada tres. Pero aún está muy presente, algo que los expertos atribuyen al poco atractivo de las condiciones que ofrece el mercado laboral.
Solo uno de cada cinco desempleados se muestra abierto a la posibilidad de trasladarse a otra provincia catalana. Los que aseguran que trabajarían en cualquier parte de España se reducen al 1%.
El profesor de Esade, Carlos Obeso, recuerda que podrían ser incluso menos: “Siempre hay una brecha entre los que dicen que irían a trabajar a otro lado y los que realmente se inscriben para ello”. Para Obeso, esta diferencia ha decrecido debido al paro de larga duración, pero factores como el coste de la vivienda aún pesan.
La profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad Pompeu Fabra, Chelo Chacartegui, atribuye esta reticencia a la precariedad laboral. “La gente es bastante reacia a desplazarse porque el empleo que se ofrece no genera disposición a moverse. Si se reforzara la estabilidad, habría más movimiento interno. No es un problema de pereza. La gente no se plantea el sacrificio familiar que supone ir a otra ciudad por un contrato de un mes”. Algo en lo que Obeso coincide: “Puede que por cultura, la gente no esté predispuesta a desplazarse. Pero en este país ha llegado a haber cerca de tres millones de migrantes. Cuando ha habido que moverse, la gente lo ha hecho”.
Cataluña acoge 7.000 trabajadores más de los que salen, según un estudio de la empresa Randstad. Es la segunda de las seis comunidades autónomas que registran un saldo positivo de empleados, solo superada por Madrid. Y los que se van, lo hacen más lejos: uno de cada cinco españoles que sale a trabajar al extranjero vivía en Cataluña.
