La Comunidad no pagó la luz del palacete de Esperanza Aguirre

El Gobierno de Ignacio González y posteriormente el de Cristina Cifuentes, ambos del PP, no pagaron la luz del palacete de la expresidenta regional Esperanza Aguirre. Un informe de la Comunidad de Madrid desvela que entre los años 2004 y 2012, los Gobiernos de la región abonaron un total de 13.031 euros para pagar los servicios de “luz y suministros” de la garita de la Guardia Civil que vigilaba la vivienda de la política popular.

Cada año, según esta documentación, se abonaban facturas que oscilaban entre los 1.500 y los 2.000 euros por la luz de la garita. Igualmente, el actual Gobierno niega que se hayan pagado o que existan, al menos no tiene constancia,  facturas atrasadas de la compañía eléctrica por un valor total de 5.000 euros, tal y como sospechaba la oposición.

Sin embargo, en noviembre del año pasado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia, Ángel Garrido (PP), confirmó que cuando Aguirre abandonó la Presidencia regional en otoño de 2012 la Comunidad dejó de costear las facturas de la luz de la casa-palacete de Aguirre situada en el madrileño barrio de Malasaña, según recogió en aquellos momentos Europa Press.

"Por parte de la Secretaría General Técnica el 2 de noviembre [de 2015] se dio la orden de baja del suministro eléctrico de esa dirección [la de Aguirre], ya que no se correspondía a ningún inmueble de la Comunidad de Madrid. Hemos dado la instrucción para que no se pagaran las facturas. Nosotros tenemos la obligación de no atender a dichas facturaciones dado que no pertenecen al Gobierno regional", explicó Garrido.

Esperanza Aguirre y su equipo siempre negaron estos hechos y explicaron que lo único que le había pagado la Comunidad durante todos sus años como presidenta había sido el recibo de la luz de la garita de seguridad, situada a la entrada a su palacete. La expresidente regional mostró las facturas de su casa.

El puesto de vigilancia que la Guardia Civil tenía en el palacete estaba en el rellano de la escalera. Tenía contador propio, cámaras de televisión, luz, calefacción (dos radiadores de 2.500 vatios) y una nevera.