Dalí, diseñador y escenográfo de Visconti
El castillo de Púbol acoge una exposición con objetos e imágenes de la obra ‘Rosalinda o Come vi piace’
Vestidos de damas y bufones, gorros, zapatos que incorporan representaciones de conejos, murciélagos o palomas y diversos decorados son algunas de las creaciones que Salvador Dalí ideó para la representación teatral de la obra Rosalinda o Come vi piace —de la original de Shakespeare As you like it— en el teatro Eliseo de Roma en 1948, de la mano de Luchino Visconti. La exposición temporal que acoge este año el Castillo Gala Dalí de Púbol (Baix Empordà) permite, entre otras cosas, contemplar las fotografías de diferentes momentos de la representación y ver los decorados y los diseños de vestuario, zapatos y atrezo del genio.
Con la muestra Dalí, Shakespeare, Visconti, que profundiza en la relación del genio surrealista con las artes escénicas, la Fundación Gala-Salvador Dalí ha querido adherirse al 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare.
En julio de 1948 Salvador Dalí regresa a Portlligat (Cadaqués) después de ocho años de exilio en Estados Unidos huyendo de la guerra. Declara su voluntad de redescubrir el clasicismo italiano. Viaja a Roma y allí, de la mano de una amiga común, Coco Chanel, conoce a Luchino Visconti. El director estaba buscando “un escenógrafo excéntrico, un mago” para poder hacer “un espectáculo sin problemas, un juego, un divertimento musical”, algo que solo podía encontrar en el dramaturgo inglés. Dalí aceptó “entusiasmado” y durante un mes se sumergió, con máxima libertad, en la construcción de un bosque “geométrico” de árboles “rafaelenses”, entre pastores, cortesanos y ovejas, escribió Visconti, según explica la comisaria, Lucia Moni.
La muestra expone
Dos de las pretensiones del artista ampurdanés que no pudieron cumplirse fueron precisamente que subieran a escena ovejas vivas, por lo que un taxidermista acabó poniendo un mecanismo que les permitía abrir la boca y balar, y el movimiento de los vestidos de las actrices. Instaló dos potentes ventiladores porqué querían que se reflejara el viento. Pero las actrices, que se constipaban, se rebelaron. Dalí lo solucionó diseñando sus vestidos con puntas por todas partes para que pareciera que volaban hacia atrás y de lado.
De la colaboración resultó un espectáculo de extraordinaria belleza en el que el sueño y la fantasía fueron los elementos principales. Visconti y Dalí dieron vida un sueño irreal, un juego maravilloso en el que, además, participaron actores que se convertirían más adelante en referentes del cine y el teatro italianos.
La exposición que acoge este año el castillo de Púbol muestra tres obras originales del genio, el dibujo Elefante con Obelisco (1946); el óleo Proyecto para Romeo y Julieta y la aguada Estudio para el decorado de Romeo y Julieta ambas de 1942. Las dos últimas obras no pertenecen al proyecto entre Dalí y Visconti, pero que complementan el homenaje a Shakespeare. También, 29 fotografías de los autores, algunas de las cuales son Pasquale de Antonis y Tommaso Vasari —en una de ellas aparece Visconti mirando el esbozo de un decorado hecho por el artista ampurdanés— y siete documentos expuestos en una vitrina. Se trata de un ejemplar de la edición de lujo del programa de mano de 1948, dos folletos de época de la representación, el facsímil de una carta manuscrita de Dalí en la que da indicaciones a Visconti sobre la puesta en escena y tres revistas especializadas en teatro.
En el centro de la sala, una pantalla emite un audiovisual que permite ver un extracto de la serie televisiva Per Luchino Visconti, emitida por Raitre en 1987, en la que los actores Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni recuerdan anécdotas de la obra. La muestra, que podrá verse desde el 15 de marzo al seis de enero de 2017, no está previsto que itinere. Sin embargo, Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, se ha mostrado convencida que al final “acabará yendo a Italia”. Ha sido precisamente en Italia donde se ha llevado a cabo parte de la importante tarea de investigación para que Dalí, Shakespeare, Visconti —a cuya presentación asistió el consejero de Cultura, Santi Vila— pudiera ser una realidad.
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