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Colau planea peatonalizar Gran de Sant Andreu y Travessera de Gràcia

El Ayuntamiento de Barcelona también estudia quitar carriles al transporte privado en Vía Laietana, Avenida Meridiana y Príncep d'Astúries

La Travessera de Gràcia, llena de coches.
La Travessera de Gràcia, llena de coches. Massimiliano Minocri

“No es ninguna guerra contra el coche”, según la responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Vidal, pero su objetivo durante este mandato es claro y contundente: complicarle el día a día al coche y hacer una ciudad más fácil para el peatón, el ciclista y el usuario del transporte público. El nuevo equipo de gobierno aspira a una “reducción drástica” del vehículo privado en la ciudad para lograr que el número de viajes que se realizan en coche y moto disminuyan un 21%, tal y como fija la Unión Europea. El gobierno de Ada Colau ya tiene una lista con calles que quiere peatonalizar y otra con avenidas donde quitarle carriles a los coches. Todos estos cambios se decidirán a partir de procesos de participación.

El Ayuntamiento se plantea cortar el tráfico en calles tan importantes y emblemáticas como Gran de Sant Andreu o Travessera de Gràcia. En esta última, donde la afectación a la movilidad sería mucho mayor, los cortes podrían limitarse en un primer momento al fin de semana. Una actuación similar se está barajando en la calle Gran de Gràcia, que une la Diagonal con la plaza Lesseps, aunque este paso se hará con más prudencia.

En las tres calles ya se han empezado a hacer pruebas con cortes temporales y la sensación del Ayuntamiento es que se puede ir a más.

Los técnicos municipales están mirando con lupa otras vías de la ciudad donde impedir el uso del coche, como Major de Sarrià (en su último tramo), Consell de Cent (entre Viladomat y el Parque de Joan Miró), Ciutat d'Asunción, calle Girona, Felipe de Paz (cerca del Camp Nou) y algunas calles de los centros históricos del Clot, Camp de l'Arpa y Poblenou.

En otras vías más transitadas, donde la peatonalización sería una quimera, el Ayuntamiento quiere reducir el tráfico, ampliando aceras a costa de los carriles que inunda cada día el transporte privado. Es el caso de la Avenida Meridiana, la Via Laietana, Pi i Margall, Príncep d'Astúries, Pere IV o Cristòfol de Moura. Todas estas actuaciones dependen del visto bueno de los técnicos y de los procesos de participación que el Ayuntamiento está activando.

Las razones del equipo de gobierno para arrebatarle tanto espacio al coche se basan en la salud y la calidad de vida: “Cada año mueren unas 30 personas en Barcelona por atropellos o accidentes de tráfico, por no hablar de los problemas de contaminación. Además, reducir el tráfico mejora la calidad de vida de las personas”, sostiene Vidal. En el Área Metropolitana de Barcelona mueren cada año 3.500 personas de forma prematura por culpa de la contaminación.

Los últimos alcaldes de Barcelona han apostado por la pacificación de las calles pero, según Vidal, “ha faltado ambición”. “Hace años que se ha extendido el discurso sostenible, pero se tiene que aplicar. Nosotros no estamos por actitudes tibias, sino contundentes”. 

Bicis, autobuses e islas verdes

Pulmones en la ciudad. Los diez distritos de la ciudad tendrán grandes islas verdes, espacios en los que la movilidad quedará restringida a los vecinos y vehículos de servicios. La más avanzada está en Les Corts.

Red ortogonal y carril bici. La red ortogonal, que tiene que aumentar la velocidad de los autobuses, es otra gran apuesta de este gobierno para favorecer el transporte público. También tiene previsto triplicar la red de carriles bici de la ciudad.

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