Los porteros del Arena admiten que ni revisaban bolsos ni pedían DNI

Los porteros que declararon ayer como testigos en el juicio del Madrid Arena, por la muerte de cinco chicas el 1 de noviembre de 2012 en el pabellón municipal, reconocieron que ni revisaron los bolsos ni pidieron los carnés de identidad a los asistentes. Tan solo se limitaron a recoger las entradas. Los vigilantes, que ni siquiera tenían conocimiento del plan de autoprotección del edificio ni del plan de seguridad de la fiesta, reconocieron que la avalancha en la que murieron las jóvenes no les pareció “nada serio”.

La mayoría de los porteros que declararon ayer eran de origen búlgaro y pese a llevar hasta 17 años en España precisaron una traductora para entender las preguntas y responderlas. Los testigos afirmaron que pertenecían a la empresa Kontrol 34, pero que se les pagó en la discoteca Macumba, situada en la estación de Chamartín, y cuyo gerente era entonces el promotor de la fiesta del Madrid Arena, Miguel Ángel Flores. Estos negaron que estuvieran encargados de la seguridad interior. Esa correspondía a Seguriber, pero no tenían ningún medio para avisarles (ni teléfonos ni transmisores de radio). “Nuestra labor allí era de auxiliares de acceso y nuestras funciones se limitaban a controlar la fila exterior”, concretó en su declaración.

Un testigo, Ventislav B., describió lo que hizo aquella noche: “Bajé las escaleras para socorrer y vi que había mucha gente en el suelo. Unos corrían de arriba abajo. Yo ayudé en lo que pude y después volví a mi sitio”, declaró uno de los porteros.

Sin embargo, este testigo se desdijo minutos después. Aseguró que vio la avalancha de personas en el vomitorio, pero que no le dio importancia: “Había niños en el suelo pero estaba casi despejado”. De hecho, pensó que no tenía que avisar de lo que estaba ocurriendo. Tampoco pudo precisar si la situación duró mucho o poco tiempo.

Otro de los testigos fue Manuel M., que aquella noche no trabajó, pero que sí trasladó a dos de las chicas a la enfermería. Eso sí, no supo de cuáles de ellas se trataba. Este portero reconoció que habitualmente trabajaba para Miguel Ángel Flores, pero que en aquella ocasión no lo hizo porque tenía previsto haberse marchado a Inglaterra. Su puesto era de coordinador. Acudió al pabellón para dar una vuelta, según su testimonio.

Manuel M. afirmó que se encontró con la avalancha en el vomitorio y que intentó sacar a la gente, pero que había tal acumulación de personas que decidió entrar en la pista central por otro acceso y desde allí se dirigió al pasadizo en el que estaba amontonada la gente. “Había gente por todos lados y muchas personas ayudando. Lo primero que hice fue tirar de los chicos pero no salían”, reconoció durante la sesión de ayer.

A partir de ahí sacó a algunas personas y llevó a una o dos chicas (no supo precisar) a la enfermería. “Sabía dónde estaba porque ya había estado trabajando en otras fiestas en el Madrid Arena”, declaró, aunque también precisó que en otras ocasiones la cambiaban de situación. Mantuvo en todo momento que no avisó a nadie porque lo importante en ese momento era “ayudar”.