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Primarias ‘made in Madrid’

Los demócratas movilizan a los estadounidenses residentes en España

Videoconferencia organizada por el Partido Demócrata de EE UU en Madrid.
Videoconferencia organizada por el Partido Demócrata de EE UU en Madrid.ROBERT ROYAL

Los estadounidenses residentes en Madrid que deseen votar a los candidatos del Partido Demócrata en las primarias de hoy, el llamado Supermartes, podrán hacerlo —a partir de las siete de la tarde y hasta las once de la noche— en el Club Tempo, de la calle del Duque de Osuna, junto a la plaza de España. Como cualquier otro votante registrado, también podrán votar por correo electrónico o postal. Quien los convoca es Democrats Abroad, organización vinculada orgánicamente al Partido Demócrata que desde 2004 recaba el voto entre los 8,7 millones de estadounidenses que residen en el extranjero. El sufragio de quienes lo emitan en democratsabroad.org tiene por finalidad elegir a los 13 delegados que, por decisión de los demócratas residentes en el extranjero, acudirán del 25 al 28 de julio a Filadelfia. Allí tendrá lugar la Convención Nacional del partido, de la cual surgirá el candidato de esta formación política a la presidencia de Estados Unidos.

Junto a estos delegados electos acudirán ocho superdelegados, funcionarios del partido que estarán presentes en la convención en la que se elige al candidato presidencial pero que no salen del proceso de las primarias. En total, 21 personas viajarán en representación de los estadounidenses ausentes. Estos tienen “más delegados que el Estado de Wyoming”, comenta Gil Carbajal, residente en España desde 1974, que preside la sección española desde hace tres años. “El número de votos del que dispondremos será sin embargo de 17, por contar solo con medio voto cada uno de los ocho superdelegados que acudiremos en representación de los cargos de la organización”, explica Carbajal. “Estamos recibiendo una media de 60 solicitudes diarias para acudir a votar; de estas, unas 40 proceden de Madrid y el resto, de localidades de toda España”, reconoce ufano, al frente de “un equipo formidable de voluntarios”.

Utilizando como referencia los votos presenciales de los demócratas ya emitidos en Nueva Zelanda —en las antípodas ya es martes—, los partidarios de Bernie Sanders superarían por 3 a 1 a los de Hillary Clinton, vencedora sin embargo en las cruciales elecciones de Carolina del Sur.

El pasado domingo por la tarde, Democrats Abroad de España convocó a sus miembros a una videoconferencia que el Partido Demócrata emitía para sus electores de todo el mundo. “Pudimos plantear a Madeleine Allbright, antigua secretaria de Estado de EE UU, una pregunta sobre justicia racial; también hicimos otra al candidato Sanders”, subraya Carbajal. Él viajará el próximo mayo a Berlín para designar en caucus —fórmula electoral intrapartidaria— cuántos votos cosechan Clinton y Sanders, respectivamente, antes de la Convención Demócrata de Filadelfia.

“Esperamos a nuestros paisanos a las siete de la tarde del martes 1 de marzo [hoy] para que voten y participen en una fiesta demócrata, con rifas y premios por valor de hasta 1.200 euros, en la que no faltará buena música de The Youthness Blues Band, ni el american pie [tarta de manzana]”, anuncia Gil Carbajal.

El Partido Republicano también tiene una asociación en el extranjero pensada para sus votantes, simpatizantes y afines, pero desde hace algunos años se muestra en Madrid poco activa respecto al Supermartes. En 2004, Republicans Abroad Spain tenía 125 socios, que trabajaban de manera voluntaria y sin remuneración, así como unos 600 simpatizantes. Sus vínculos con el partido del elefante no eran orgánicos, en sentido estricto, ya que se trataba de una entidad independiente, explica Ted Ruff, antiguo miembro. La asociación internacional fue presidida por el ejecutivo vinculado en Madrid al Esade y al Instituto de Empresa Paris de l’Etraz, mientras que la rama española fue dirigida por James Levy y Cinthya Dillon, explica Jacqueline O’Hale, activista en su día de la organización. “Cinthya regresó a Estados Unidos y James ya no está tampoco”, dice O’Hale.

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