Puigdemont avisa a Lambán que no se desprenderá de los bienes de Sijena
Santi Vila se reunirá el jueves en Zaragoza para buscar una solución al conflicto
Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, reiteró ayer a su homólogo aragonés, Javier Lambán, una postura ya conocida: que la Generalitat no tiene la intención de desprenderse de los bienes eclesiásticos de la franja y de Sijena al sostener que el caso está pendiente de una resolución jurídica. Pese a todo, el consejero de Cultura, Santi Vila, se reunirá el jueves en Zaragoza con la consejera del ramo, María Teresa Pérez, para intentar desencallar un litigio que enfrenta a las dos comunidades.
Los dos presidentes mantuvieron por la tarde una reunión de casi dos horas en el Palau de la Generalitat, celebrada a petición del socialista. Lambán intentó con el encuentro restablecer la normalidad institucional entre las dos comunidades, que había dejado de existir durante el mandato de Artur Mas y Luisa Fernanda Rudi. Lambán, que se definió como “aragonés de pura cepa pero amante de Cataluña”, se ofreció a erigirse en un puente entre las dos comunidades para lograr un “acomodo” de Cataluña en España basándose en que estudió en esta comunidad y conoce bien la realidad catalana. Pese a todo ello, Lambán subrayó que es normal que entre vecinos existan conflictos —“Más difícil sería tenerlos con Galicia”, dijo recordando las divergencias sobre el caudal hidrológico del Ebro— y subrayó que el tema de los bienes culturales “envenena la relación”. “Le he dicho al president que los bienes de Sijena y de Lleida deben volver a Aragón. Es una cuestión de estricta justicia como demuestran los tribunales y la política no debe interferir en ella”, afirmó Lambán.
Neus Munté, portavoz del Ejecutivo catalán, subrayó el tono cordial del encuentro aunque no obvió las discrepancias. “Debemos respetar el proceso judicial y nos hemos emplazado para encontrar fórmulas. Es un conflicto que viene de lejos”, señaló. “Quizá soy ingenuo pero si serenamos el ánimo, podemos dar con una solución. Acercarse al arte desde una perspectiva identitaria o territorial es un poco antiguo”, dijo Vila sobre el conflicto abierto entre las dos comunidades por los bienes del monasterio oscense de Sijena conservados en el MNAC y el Museo de Lleida: 67 objetos muebles y las pinturas murales de la sala capitular, además del conflicto histórico por las 113 obras de arte de las parroquias oscenses que dejaron la diócesis de Lleida en 1995.
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