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“El año pasado íbamos en metro, a ver qué tal ahora”

Huéspedes de hoteles como el Hilton o el Barcelona Princess han optado por autobuses gratis facilitados por los organizadores

Congresistas del Mobile suben a un autobús para ir al recinto ferial.
Congresistas del Mobile suben a un autobús para ir al recinto ferial. Juan Barbosa

El plan de contingencia puesto en marcha por la GSMA, la organizadora del Mobile World Congress, ante la huelga que siguen hoy los trabajadores de Metro Barcelona ha arrancado este lunes con autobuses llenos de asistentes que se han trasladado a Fira Barcelona desde 63 hoteles. Lanzaderas completas y taxis vacíos se podían ver esta mañana en la zona del Fórum, donde los huéspedes de hoteles como el Hilton Diagonal Mar o el Barcelona Princess han optado por los autocares gratuitos facilitados antes que gastar 20 euros en un taxi o probar suerte con el suburbano.

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"El chófer que nos recogió del aeropuerto nos informó de que había huelga y luego, en el hotel, nos recomendaron que cogiéramos esta lanzadera", explica Michael, un trabajador polaco de un operador móvil. "El año pasado íbamos en metro hasta plaza España y cambiábamos al ferrocarril. Era muy fácil. A ver qué tal ahora", añade.

En las afueras del hotel AC Barcelona Fórum, una quincena de personas vestidas de oficina esperan el autocar junto a una decena de taxis. "Pobrecillos, ellos no se comen nada", comenta el conductor de un coche de lujo. Está contratado por una empresa para llevar a sus empleados a donde quieran durante todo el día. "Y mañana me llevan a cenar. Se mueve mucho dinero, pero no para el obrero. No sé cuánto les cobrará mi agencia, pero yo solo saco ocho euros por hora", asegura. Muchos de sus compañeros complementan el salario con las comisiones en negro que les pagan locales como restaurantes o prostíbulos. "Los restaurantes pagan unos seis euros por persona y los puticlub, unos 20. Bueno, eso dicen, porque a mí nunca me han pedido consejo. Soy de los que tiene mala suerte", ríe.

Joaquín, un taxista que lleva 20 minutos esperando clientes en la parada, admite que "esto no es normal". Pero se muestra optimista y cree que el congreso le reportará muchas carreras. Los autobuses han partido de cada hotel en horarios diferentes desde las siete de la mañana hasta las nueve.

Novatos en el Mobile como Mohamed Zahaf, un libio que trabaja para una tecnológica, no sabían de la huelga: "Cojo el autobús porque mi empresa me dijo que lo haga". Julia, una alemana que viene con BMW, explica que no tenía ningún plan sobre cómo llegar al congreso y que ha optado por el bus cuando le han informado de que había uno en el hotel. "Si no, hubiésemos cogido con toda seguridad un taxi, ya que sabíamos de la huelga. No es bueno para Barcelona que ocurran estas cosas durante un evento como el Mobile, cuando la ciudad está bajo tanta presión", lamenta.

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Lo mismo opina Michael, que apunta con una sonrisa burlona que los trabajadores han elegido "el momento oportuno", pero que esto puede "influenciar negativamente" en la percepción de la capital catalana: "Nunca había visto algo parecido en ningún otro congreso". Tras un largo recorrido de 45 minutos en autocar desde el Fórum hasta Fira Barcelona, Isleida Peña, una empleada de Huawei de República Dominicana, tacha de "una excelente manipulación" la elección de las fechas de paros y cree, de haber sucedido en su país, "el Gobierno hubiera cedido un poco más" para evitarlos. 

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