Fiesta en la pequeña China
Usera prepara la celebración del año nuevo chino. Sus calles acogen este fin de semana el grueso de los actos programados este mes en Madrid
El primer año nuevo chino que Yan Zhang vivió en España lo pasó vendiendo rosas en la calle. Su hijo, también emigrado, trabajaba ese día en una fábrica y su marido seguía en China. Quince años después todavía se le escapa una lagrima al recordarlo. Aunque en seguida se recompone y sonríe. “La palabra con la que recuerdo ese día es sufrimiento, pero eso quedó atrás”. No domina el castellano, sus palabras las traduce su compatriota Hui Peng, de 28 años. Ambas acaban de participar en una de las numerosas reuniones de preparación del Año Nuevo en Usera. La comunidad china en Madrid y el Ayuntamiento se han unido por primera vez para organizar conjuntamente los actos festivos que anuncian el inicio del Año del Mono.
Yan, también conocida como Karina (suelen adoptar un nombre del país de destino para sortear las dificultades de pronunciación), dirige un centro de mayores en Usera. La tercera edad tiene mucha relevancia en la comunidad china y por eso, Karina ha estado muy presente en todas las fases de la preparación.
Cuando ella llegó a Madrid, solo había 10.000 habitantes de su nacionalidad censados en la ciudad. Actualmente son la población extranjera que más crece en la Comunidad. Según el informe de población de origen extranjero de junio de 2015 hay 54.362 en toda la región. 3.023 más que en 2014.
Actos de tradición y de modernidad
Pasacalles. Un gran desfile con más de 800 personas recorrerá mañana Usera. Parte a las 12.00 de la calle Olvido.
En pantalla. El Centro Cultural de China ofrece un ciclo de cine chino contemporáneo hasta el 26 de febrero.
Plaza de España. El 20 y 21 de febrero, la fiesta se traslada al centro. Habrá una gran actuación con 40 artistas llegados desde China.
Literatura. Tres expertos darán una charla sobre las claves para la lectura de autores chinos. Será el 18 de febrero en el Centro Cultural de China. (General Pardinas, 73).
La Embajada y el Ayuntamiento han programado unas sesenta actividades este mes. Desde un festival gastronómico, hasta ciclos musicales y cinematográficos, conferencias literarias y ferias culturales. Casa Asia y el Instituto Confucio han sido otros dos actores destacados. “Con este apoyo sentimos que la ciudad nos acompaña en una de las fiestas más importantes para nosotros”, apunta Peng, la traductora. Prosigue con una explicación de la relevancia de esta celebración: “En China hay gente que se gasta la mitad de sus ahorros del año para comprar un billete para poder ir a ver a su familia, las comunicaciones se colapsan. Yo una vez tardé tres días en coger un tren y al final nos tuvimos que colar por la ventanilla”. No exagera, según publicaba la revista Time esta semana, se producen en China 2.900 millones de trayectos para celebrar esta fiesta.
Por primera vez, una parte importante de las actividades se celebra en Usera, donde la comunidad inmigrante más numerosa es la china. El barrio acoge este fin de semana un pasacalles, una feria en la plaza de la junta de distrito, cuentacuentos, bailes, talleres de meditación, taichí, manualidades… Miembros del Ayuntamiento y vecinos y representantes de asociaciones del distrito llevan organizando estos festejos desde octubre, con un encuentro semanal, en el que se debate punto por punto, democráticamente y en los dos idiomas.
El penúltimo se produjo la semana pasada en el local Espacio oculto, un área de coworking. La zona Kubik y el centro cultural chino han sido otros escenarios. “Ha sido un trabajo de colaboración muy intenso”, explica Jesús Carrillo, director general de Programas y Actividades Culturales del consistorio. “Hemos querido poner el foco en Usera, para que se conozca su atractivo e interés”.
Decoración especial
El barrio agradece el protagonismo con farolillos colgando de cada negocio, asociación y tienda desde principios de mes. “Significa muchísimo”, recalca Elena Xia, presidenta de la asociación de protección y asistencia legal de la comunidad china y propietaria de un negocio en el barrio, “estamos fuera de nuestro país contentos porque es la primera vez que trabajamos en conjunto todos: comerciantes, asociaciones, Ayuntamiento, vecinos españoles y chinos…”. Solo en Usera hay 5.458 chinos, según el padrón de julio 2015 (4% población del distrito) a los que haría que añadir los que no están censados y la segunda generación, los nacidos ya en España pero de familia china. “Antes se celebraba en la intimidad, es la primera vez que nos damos cuenta en la calle de que realmente es nuestro año nuevo”, añade.
Cada representante en esta especie de comisión de festejos tiene su papel. Una semana antes del gran pasacalles, Elena Su, de 21 años, se esmera por dirigir los últimos ensayos de las actuaciones que tendrán lugar en el escenario de la plaza de la junta de distrito este sábado 13. Las pruebas tienen lugar en el centro cultural chino de la calle Nicolás Sánchez. En la segunda planta un grupo de baile con qipao (vestido tradicional) rojo brillante practica con una dulce canción que sale de un iphone conectado a unos altavoces. Todas permanecen muy concentradas mientras la directora de la coreografía da las últimas instrucciones. “Me he involucrado porque es una fecha muy importante y quería sentirla aquí también. Es como vuestra Navidad”, apunta Su.
Después del grupo de qipao le toca a otro grupo de baile, compuesto también exclusivamente por mujeres y también de rojo. El rojo es el color oficial. El dragón del desfile, los farolillos, los sobres en los que se regala dinero, los monos que decoran los establecimientos… En el piso de arriba de la asociación, su presidente, Haivin Luo, asiste a los ensayos de canto. En esta ocasión todos los que practican frente al micrófono son hombres. Una decena de revoltosos niños espera su turno para ensayar. Cada uno enfundado en un disfraz de animal de su horóscopo.
Los chinos quieren aprovechar esta festividad para mostrar a Madrid que les define la tradición, pero también la modernidad, que son dinámicos y que les invade el orgullo de ser chinos de Usera. Jesús Carrillo lo resume en una de las frases que una ciudadana china le dijo al iniciar la organización: “Queremos demostrar que somos mucho más que el rollito de primavera”.
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