Tetuán, estrella del carnaval de Madrid
Madrid traslada del centro a un barrio los actos centrales de estas fiestas
“Queremos que cuando alguien de fuera piense en Madrid no se quede solo en la Gran Vía. Nuestro objetivo es que el interés se desplace también a otras zonas ahora consideradas más periféricas. Es lo que ocurre en muchas grandes capitales europeas, como Londres o Berlín”, dice Jesús Carrillo, director general del Programas y Actividades Culturales del Área de Cultura y deportes del Ayuntamiento.
Porque en 2016, los festejos del Carnaval, ese periodo anual de jolgorio, que tradicionalmente daba paso a la piadosa Cuaresma se han mudado. Si antes se celebraban en la zona de Retiro, este año se trasladan a un lugar fuera de lo que llamamos zona centro, y habitualmente olvidado para estas cosas: el distrito de Tetuán.
Notting Hill: el modelo londinense es en agosto
Las calles de Notting Hill eran un reducto de miseria en los años de la posguerra que a finales de los cincuenta contaba, junto con Brixton, en el sur, con la mayor concentración de inmigración caribeña de la capital. Paro, sobrepoblación, viviendas sin baño, sin agua caliente y, hasta los sesenta, sin luz. Las clases trabajadoras blancas era tentadas por grupos racistas que explotaban sus miedos a esos negros que les quitaban sus trabajos, sus casas y sus mujeres, y tocaban música hasta la madrugada.
A principios de los sesenta esa comunidad decidió salir a la calle para celebrar su cultura y sus raíces en el verano londinense. Emulando los carnavales que festejaban en Trinidad la abolición de la esclavitud, salían con sus disfraces, tambores y bandas de metales.
Vecinos de todos los orígenes se incorporaron con los años al carnaval, que se celebra a finales de agosto. Hoy es el mayor festival callejero de Europa y aporta 93 millones de libras a la economía londinense. Cada año acuden cerca de dos millones de personas, algo así como 11 festivales de Glastonboury, y es el segundo mayor carnaval del mundo, después de Río.
La fiesta suele comenzar el sábado. El domingo es el día de los niños, y el lunes, el desfile principal. Decenas de escenarios y sound systems animan un cotarro que suele acabar en fiestas de madrugada y, con cierta frecuencia, en broncas callejeras. El Carnaval de Notting Hill fue votado por el público, en 2006 como un icono de Inglaterra.
La iniciativa se encuadra dentro del propósito de descentralizar la vida madrileña que propugna el gobierno municipal de Ahora Madrid y que seguirá. a partir del 8 de febrero, con la celebración del Año Nuevo Chino en el barrio de Usera, poblado en gran medida por ciudadanos procedentes de aquel país. No es algo nuevo: la fiesta de San Isidro, patrón de la ciudad, también se celebra tradicionalmente en zona periférica: el barrio de Carabanchel. Otros carnavales de barrio, también apoyados por el Ayuntamiento, transcurrirán este año por Chamartín o Vallecas.
Precisamente en Londres se celebra desde 1965 un famoso carnaval fuera del centro, el de Nothing Hill, surgido en un barrio en el que, como en Tetuán, abundaba la población inmigrante. De hecho hay paralelismos: se trata, el londinense, de un carnaval de corte caribeño y en Tetuán se ubica buena parte de la inmigración caribeña, mayormente procedente de la República Dominicana.
“Los barrios de Madrid tienen una identidad y cultura propia que ha sido olvidada o silenciada”, dice Carrillo, “Tetuán es una buena elección porque es uno de los barrios más castizos, más densos y con mayor actividad cultural y tejido asociativo”. Así que esta celebración se ha realizado al alimón entre el consistorio y las asociaciones e instituciones del barrio. Las carrozas y el pasacalles que se verán discurrir por las calles habrán sido diseñados por las asociaciones ciudadanas, así que las críticas no se podrán hacer directamente al Ayuntamiento como en la polémica Cabalgata de Reyes. “Aunque en última instancia seguimos siendo responsables”, indica el director.
¿El tema? El bufón. “Es un personaje que encaja muy bien en la idea de los carnavales, ese que no se adapta a la normalidad y a los cánones y dice aquello que no se puede decir dentro de la estructura de poder”, explica Carrillo que, de hecho, espera que las comparsas le den sus pequeñas bofetadas al Ayuntamiento (“habrá que apechugar”). “El carnaval es un perfecto laboratorio social donde mezclan gentes de toda procedencia”, continúa el director, “mediante las máscaras pueden jugar a ser cualquier cosa, jugar con las apariencias, romper unas diferencias más aparentes que reales. Se puede trabajar con lo multicultural”.
Tradicionalmente el carnaval madrileño no ha sido una de las fiestas más potentes del calendario madrileño, siempre a la sombra de otras capitales como Cádiz y Tenerife. ¿Se conseguirá que el carnaval de Madrid tenga más empaque y proyección? “Eso depende de lo que se implique la ciudadanía, el carnaval será lo que ella quiera”, dice Carrillo. “Pero es cierto que el carnaval aquí ha sido poco consentido históricamente, desde los siglos XVIII y XIX, porque en Madrid está el poder y el carnaval fue sofocado por él, mientras que proliferó en la periferia”.
El Gran Pasacalles de los Bufones, acto central del Carnaval, tendrá lugar mañana en la calle Bravo Murillo (entre las calles Almansa y Pinos Alta) a partir de las 17.00, con la participación de diferentes compañías y grupos artísticos, entre ellos los bufones de la compañía Teatro Bufo, los personajes del Taller de Teatro Asura, la Escuela de Circo Carampa, la Asociación de Malabaristas. También los zancos galácticos de la Fundación Tchyminigagua o la gran rueda de los Nómadas de Kanbahiota. El Colectivo de Artistas Sierra Norte desplegará una gran tela de araña entre la que resonarán las fieras burlescas de la Asociación Gruñidos Salvajes.
Alrededor de esta celebración, y entre hoy y el miércoles, se celebra una gran panoplia de actividades: para niños —pasacalles y títeres—; o para los jóvenes, como el festival de Jóvenes Artistas, en la plaza del Poeta Leopoldo de Luis o el espectáculo de la compañía danesa Odin Teatret en el centro cultural José de Espronceda, en la que participarán los vecinos del barrio.
Las músicas del mundo resonarán en la plaza de la Remonta y el espectáculo Carnaval de Cuerpos y Deseos se celebrar en el centro sociocultural Eduardo Úrculo. Siete extrañas criaturas tomarán la plaza del Canal de Isabel II para llevar a cabo su particular circo. Los grupos carnavalescos más críticos y burlescos tendrán su momento en la Murga de Madrid, el domingo. Y, como todo se acaba, el miércoles se celebrará el tradicional Entierro de la Sardina, que tendrá lugar, a partir de 17.00 horas, entre la iglesia de San Antonio de la Florida (donde se rendirá homenaje a Goya) hasta la Fuente de los Pajaritos, en la Casa de Campo, donde la sardina encontrará su descanso eterno, esto sí, fuera de Tetuán.
Carnavales en el centro
El baile del Círculo. Solo Interrumpido por la Guerra Civil y la del Golfo, el baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes cumple este año 125 años bajo una consigna muy clara: ¡Piratas!. Mañana las majestuosas instalaciones de la institución cultural volverán a acoger entre sus vetustos muros los mejores disfraces de la ciudad, en esta ocasión acompañados de las actuaciones de Kiko Veneno, que ejercerá de músico pero también de pregonero. El resto de la música la pondrán The Ladies, Brazil Quintet, Tabarilea Batucada o los djs Diego Rj o CF Grand Wizard.
Surrealismo en Palacio. Inspirado en los bailes oníricos de Salvador Dalí transcurrirá mañana la Gran Gala de Carnaval del primer Congreso Hendrick's para Gente Curiosa que se celebra estos días en la ciudad. Un evento surrealista en el Palacio Duarte que contará con las actuaciones de La Puríssima (y su show con lanzacuchillos) y Lady Bon Bon con Topacio Fresh como maestra de ceremonias y Big Toxic a los platos.
Cine y disfraz. Tradicionalmente The Rocky Horror Picture show, se proyecta subtitulada con karaoke en las canciones, el público disfrazado y el kit de participación con los objetos quese utilizan durante el pase: pistolas de agua, periódicos, matasuegras, naipes…. Hoy se pasa a las en el Compaq Gran Vía.
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