Referéndum en Rosselló: ¿Hay que pagar una nueva iglesia?

El municipio de Rosselló (Segrià) celebrará un referéndum entre sus algo más de 3.000 vecinos para consultar si el Consistorio debe aportar dinero para reconstruir o rehabilitar la iglesia de Sant Pere de Rosselló cuyo campanario se derrumbó, por causas que se están investigando, el pasado viernes. El alcalde del municipio, Josep Abad, ha asegurado este jueves en conversación telefónica con este diario: “Yo no tomaré la decisión de si se debe destinar una partida económica o no para reconstruir la iglesia, que es propiedad del obispado; pondremos las urnas para que lo decidan los vecinos. Al fin y al cabo es su dinero”.

El miércoles por la tarde más de 200 vecinos celebraron una asamblea en el municipio. El equipo de gobierno del Consistorio les indicó cual había sido la cronología de incidentes que acabaron, el pasado viernes, con el campanario en el suelo. Abad comunicó que el último informe municipal alertaba de que los materiales con los que se construyó la iglesia son de una “ínfima calidad”. Ante estas informaciones, la mayoría de los vecinos apostaban por derruir el templo y volver a construir uno nuevo. Aun así, el alcalde tiene claro que “el propietario de la iglesia es el obispado y es él el que tiene que decidir qué hará con ella”.

El rector de Sant Pere de Rosselló, Victor Manuel Espinosa, ha anunciado que el obispado todavía no ha tomado ninguna decisión sobre si se reconstruirá la iglesia o se hará una nueva. Espinosa ha asegurado que representantes del obispado de Lleida se reunieron ayer con responsables del departamento de Cultura y Patrimonio de la Generalitat. “Hemos diseñado una hoja de ruta, ya hemos consolidado la estructura del edificio para que no haya nuevos desplomes y el desescombro durará dos semanas más”, ha asegurado el párroco.

“Después se formará una comisión técnica con arquitectos, técnicos y representantes de la Generalitat, el municipio de Rosselló y el obispado que nos reuniremos dentro de unas semanas y decidiremos si se efectúa la reconstrucción y cómo se financiará la misma”, ha afirmado el párroco.

Por el momento las celebraciones religiosas se están realizando en los locales de una edificación de nueva construcción de la parroquia. Esta semana se sigue quitando el escombro. El Ayuntamiento tuvo que extender dos camiones de piedras en una parcela de su propiedad. “La gente venía casi en romería y se las llevaban de recuerdo, tuvimos que poner algunas a disposición de la gente para que no entraran en la zona de desescombro y se pusieran en peligro”, asegura el alcalde del municipio.