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10 LUGARES DE... ÁNGEL CARMONA

Inmersión en Malasaña

Para el presentador de 'Hoy empieza todo' en Radio 3 hay dos cosas importantes: poder manosear en las tiendas y el punto de cuchara en un restaurante

Isabel Valdés
Ángel Carmona en Headbanger, templo guitarrero en Madrid.
Ángel Carmona en Headbanger, templo guitarrero en Madrid.Carlos Rosillo

1. Headbanger. El primer sitio es este sitio donde estamos. Yo estoy como los viejos que vienen a ver obras, esta es la mejor tienda de instrumentos que hay en España en el plano emocional y también en el plano técnico. Aquí se produce una familiaridad que en otros lugares no. Aparte, yo adoraba y adoro las tiendas de Nueva York de guitarras, y esto es lo más parecido. El trato con Israel es muy bueno, porque permite que entres, que preguntes, que toques, y en muchas tiendas de guitarras no es así, no sabes si puedes tocar o no, aquí se palpa, las guitarras están en el suelo casi, no están en vidrieras y eso mola. (Palma, 73)

2. La lata de sardinas. Ha cambiado de dueños pero he comprobado que sigue funcionando bien, se la ha quedado un amigo de Álex. Hace mucho con poco, que es una cosa que a mí me gusta a la hora de comer, productos muy básicos cocinados de una manera sabrosa. No hace falta comer algo extraño. Tenían un pulpo que lo han quitado de la carta, y eso también me gusta (aunque el pulpo me encantaba) porque significa que ellos van a dar un paso hacia delante. Es un sitio chiquitito con un punto de casa que es lo que más me mola, de ese lugar y de cualquier otro al que vaya, soy muy de pueblo con eso. (Limón, 12)

3. La selva. Es como mi bar de cabecera, si tengo que quedar con alguien, quedo ahí y es el bar perfecto de menú, unos diez euros, riquísimo, con consistencia y un día de cocido de putísima madre. Y puedes llegar más tarde las cuatro, eso no pasa tantas veces. Son del Atleti, pero no pasa nada, la vida es así. (Plaza de Mostenses, 7)

Acordes, acordes, acordes

Ángel Carmona (Jerez de la Frontera, 1979), enamorado de la música, solidario siempre. Presenta 'Hoy empieza todo' en Radio 3. Habla por los codos porque él se dedica "a contar cosas". Esa incesante narración algo debió contarle para el Ondas que ganó en 2015.

4. Fotomatón Bar. Es muchísimo más que un bar, es un lugar donde la idea es parte del menú y eso es muy atractivo. Llevan a cabo muchísimas ideas y planes muy atractivos, usan muy bien el espacio. Además tienen un trato de primera mano y siempre tienen un sí por delante. (Plaza Conde de Toreno, 2)

5. Moloko Sound Club. Es el lugar donde te ves tomando una cerveza y escuchando música, siempre que no sea un día de mucha gente. Se cuida el detalle estético, allí te gusta mirar a las fotos, me atrae mucho. Además los dueños son muy cariñosos y siguen haciendo esos calendarios de gatetes pero con el logo del Moloko. Yo les digo que ya existen los teléfonos, pero ellos insisten en regalarlos y eso es muy bonito y muy romántico. (Quiñones, 12)

6. Café Molar. Me gusta mucho haber redescubierto un par de zonas de Madrid, una es la que va de Tirso de Molina hacia Antón Martín tirando hacia La Latina, la había descuidado, ahora paseo mucho por allí y me encanta. El Molar es un espacio fantástico donde encontrar cómics, libros y discos, un sitio donde puedes manosear. Me gusta manosear, mirar, pensar si me lo quedo o no, conversar, saber que controla quien te atiende, que te anima a comprarlo o a no hacerlo. (Ruda, 19)

7. Badila. Aquí el menú es un poquito más caro pero merece la pena, tiene sustancia y tiene un punto cuchara riquísimo. Cuando vienen amigos que llevan tiempo sin vivir en España los llevo ahí, a que tenga su momento cuchara. Y tienen otra cosa que ya no le gusta a nadie o no comemos mucho, son las patatas fritas, están muy muy ricas, te las ponen las patatas en un plato aparte. A ver, no voy por las patatas fritas pero…Además me ayuda a salir de esta zona (Malasaña). Y después de comer ahí puedes tomarte un café en el Imparcial (Duque de Alba, 4). Y luego pasear por las tiendas de discos de segunda mano que hay por allí. Te vas con la tripa hinchada y un par de discos, más que a gusto. (San Pedro Mártir, 6)

8. Mercados. Me mola mucho el mercado, suelo pasar por el de Mostenses (Plaza de Mostenses, 1), el de Vallehermoso (Vallehermoso, 36), y el de Antón Martín (Santa Isabel, 5). Desde hace años se ha ido produciendo una fusión entre la señora del mercado, un japonés y un ceviche. Es fantástico. Cada vez soy más feliz con cosas como esta, me gusta estar dentro, me encuentro a gusto. Me gusta mucho la estructura del mercado, no es que tenga fijación pero me gusta que han sabido sacar delante de otra forma las galerías. Antes era algo que parecía solo para tu madre y ahora es para todos. Del de Mostenses me encantan las fruterías chinas, yo compro un montón de cosas que no conozco, pero los fruteros me dicen que todo es wok y yo lo echo todo a la sartén y todo está buenísimo. En el de Vallehermoso se toman vermús estupendos acompañados de cosas ricas como la cecina y de Antón Martín tiene un japo de puta madre.

9. Indecisión absoluta. Tengo aquí tres sitios y no sé cuál elegir, la verdad. Uno es La Fiambrera (Pez, 7), que como concepto me encanta, puedes tocar antes de comprar, tomarte un café, ves las láminas, la exposición, hay música, te llevas un libro y luego ya veremos si aciertas o te equivocas... Luego está Atticus Finch (Palma, 78), es una de esas librerías recoletas en las que casi tienes que bailar chotis para poder moverte, pero donde todo lo que ve es atractivo. Y por último L’Artisan Furans Kitchen (Ventura de la Vega, 15), una alternativa al japonés típico que lleva un tío que tiene relación con Japón y con Francia. Es un pelín más caro y el menú se va por 14 más o menos, pero de repente te hace una tempura de sardina, de repente pasan cosas que no te puedes imaginar. Llevé a mi madre, que es la típica que dice la comida oriental sabe agridulce. Yo le digo: ‘mamá, no puede ser que la comida de todo un continente sepa igual, igual que la nuestra no sabe toda a ajo’. Ella creía que iba a un francés…

10. Pandora’s box. Es el sitio de ensayos donde acudo normalmente, tenemos un par de bandas, una de versiones de Neil Young y otra con canciones propias. Siempre es un lugar muy accesible porque te vas encontrando con muchos músicos y es muy acogedor. Digamos que es el local soñado. (Rafael de Diego, 8)

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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