_
_
_
_
_

La ‘mente fracturada’ de Larbi

El coreógrafo vuelve al Mercat de les Flors con ‘Fractus V’, radical defensa de la libertad de expresión desde textos de Chomsky

El coreógrafo Sidi Larbi, ayer en Barcelona.
El coreógrafo Sidi Larbi, ayer en Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

“La única manera que tiene hoy el individuo de protegerse de la propaganda política y la manipulación es estudiar y desmenuzar toda la información; es una idea del filósofo Noam Chomsky que recreo en Fractus V, donde no hago más que hacer una defensa de la libertad de expresión”. Con ese argumentario, Sidi Larbi Cherkaoui (Amberes 1976), icono de la danza contemporánea, se presenta hoy y hasta el domingo con su comprometido nuevo espectáculo en el Mercat de les Flors.

La propuesta de Larbi, con apariencia de adolescente a sus casi 40 años y una locuacidad desbordante, es tan comprometida que hasta modifica el escenario que lo acoge. “Para entender el mundo actual el ser humano debe fracturar la mente para ver los acontecimientos desde diferentes ángulos, por eso he hecho cambios en el escenario del Mercat para que el público vea el baile desde otra perspectiva; hay que romper para crecer”, sentencia.

Fractus V tuvo su embrión en un breve coreografía que el creador belga de origen marroquí ideó con motivo del 40 aniversario de la Wuppertal Tanztheater de Pina Bausch y que ha ampliado en su residencia en el Graner del propio Mercat de les Flors de Barcelona. La capital catalana, donde se dio a conocer con el inolvidable D’avant (2005), siempre le ha otorgado una gran recepción: sus trabajos gustan porque van de la genialidad a lo corriente, de la angustia al goce, de la crueldad a la bondad, de la violencia a la caricia, de la fealdad a la belleza y de la vanguardia a la tradición.

Vivimos en una sociedad en la que el choque de culturas produce víctimas y yo deseo reflejar esa crueldad", asegura el bailarín

Con Fractus V Larbi también quiere “mostrar las diferentes maneras de ver el mundo”. Por ello, se acompaña de cuatro bailarines de diferentes estilos y nacionalidades: “Yo también bailo, tenía la necesidad de volver... Así, todos aportamos nuestros conocimientos individuales para lograr un todo nuevo”. Así, ha elegido al francés Dimitri Jourde (que procede del circo), al norteamericano Johnny Lloyd (del lindy hop), al español Fabián Thomé Dutensa (bailarín de flamenco que empezó con Joaquín Cortés) y Patrick Williams (hip-hop y el breakdance). A ellos suma el percusionista japonés, Shogo Yoshii, el músico coreano Woojae Park y el compositor indio de sarod Soumik Datta.

Desde D'avant a Babel, pasando por Foix, Sutra y Puz/zle, la violencia es una constante en su obra. “Vivimos en una sociedad en la que el choque de culturas produce víctimas y yo deseo reflejar esa crueldad, intento explicar a los demás y a mí mismo de dónde viene ese enfrentamiento. Los terroristas islámicos son hombres a quienes se les han roto los sueños y ahora ellos rompen los de los demás”, afirma Larbi. A él mismo, criado en un entorno musulmán, le ha pasado factura: “Tras los atentados de París mi coreografía Fractus V ha cambiado... Pero no me gusta cómo los políticos de Francia y Bélgica, a través de la policía y el ejército, quieren sentirse seguros; así solo hacen que levantar muros y muros de incomprensión”. Él, con la danza, desea saltarlos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_