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comer y beber
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Comer solo

La mayoría de los grandes placeres de esta vida se disfrutan en soledad. Desde el sexo hasta viajar, pasando, claro, por comer.

Xavi Sancho

La mayoría de los grandes placeres de esta vida se disfrutan en soledad. Desde el sexo hasta viajar, pasando, claro, por comer. Lo primero es algo que, al principio, uno piensa que hace porque no hay más remedio. Pero con los años pasa de ser un recurso a casi una prioridad. Lo segundo es algo que uno, de joven, ni se plantea. Viajar solo parece algo de amargados y perdedores, de gente que no tiene ni pareja ni amigos. Luego, cuando uno está sentado en soledad en un bar en Buenos Aires o la esquina de casa, le parece que es lo más grande del mundo.

El onanismo y el viajar solo son dos cosas que la sociedad moderna ya ha aceptado y que el sistema capitalista incluso ha sabido fagocitar. Pero comer solo sigue siendo algo más complicado de gestionar, a no ser que seas un crítico gastronómico. Una de las cosas que más me fastidió cuando me mudé a la Latina fue la complejidad para encontrar un lugar en el que comer en soledad. No ya tanto por las miradas condescendientes de los grupos que habitaban las mesas colindantes, sino porque todo el esquema del menú estaba pensado para compartir. Pedías una de calamares y llegaban 20 unidades. Parecía un concurso de aquellos de comer perritos calientes más que una casual cena de martes organizada a toda prisa al descubrir que la nevera estaba vacía. Preguntabas si era posible una media de croquetas y te miraban como si hubieses pedido más lechuga en el gin-tonic.

En cierto modo, esta ciudad no está muy preparada para complacer al que se complace comiendo solo en un restaurante. Y por eso nos acaba pasando lo de siempre: que practicamos sexo con gente que no termina de gustarnos, viajamos con humanos que nos caen regular y comemos con personas a las que, en un mundo ideal, ni se nos ocurriría pedirles siquiera que nos pasaran la bandeja del pan.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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