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PATÉ DE CAMPAÑA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La remontada en verso

El público de En Comú Podem es diverso. Hay modernos del Heliogábal, abuelas con bolsas del Dia, ecosocialistas en la sombra, vecinos con perro, ciclistas y muchos inmigrantes

Cristian Segura

Ada Colau volvió ayer al lugar donde se bautizó como mitinera. Fue en la plaza Major de Nou Barris, el 9 de mayo, cuando empezó a hablar por primera vez ante miles de personas pero sin dejarse soltar, acongojada, hasta que Pablo Iglesias se le acercó por detrás y le dijo “Ada, habla más fuerte”. Desde entonces, el discurso de la alcaldesa ha ido subiendo de tono.

En un arranque de motivación Red Bull, Janet Sanz insistió que “este final de campaña es apasionante”. El mitin se organizó a partir de la idea de la pluralidad nacional. Una vicepresidenta valenciana, un cantautor madrileño y un alcalde gallego, Xulio Ferreiro, una suerte de Gabriel Rufián de la remontada. Ferreiro recitó una arenga poética en la que declamó versos tales como: “Somos la gente real [¿en los otros partidos son reptilianos?]”; “Somos la gente apaleada en la plaza Catalunya”; “Somos la marea que no vieron en las previsiones del tiempo”. El mensaje más rufianesco de Ferreiro fue: “somos lo imposible que hace realidad el milagro”.

El público de En Comú Podem es probablemente el más diverso de la campaña. Hay modernos del Heliogábal, abuelas con bolsas del Dia, ecosocialistas en la sombra, vecinos con perro, ciclistas y muchos inmigrantes. Ayer también estaba el Círculo Guaperas de Podemos, una corte de jovenzuelos rubios y de elegancia casual, muy Club de los Poetas Muertos, que se presentó con el activista británico Owen Jones. Incluso Manu Simarro, coordinador de la alcaldía de Barcelona, conocido por ir a trabajar incluso en bermudas, vestía americana.

Íñigo Errejón realizó la mitad del discurso en un excelente catalán y con un mensaje más sereno que el del rapsoda Ferreiro. Errejón acabó al límite del fuera de juego con la ley electoral al citar las encuestas de El Periòdic d'Andorra. Mònica Oltra le relevó en el escenario con una intervención entre la Vicenteta de TV3 y Los payasos de la tele: “¿Cómo estáis? ¿Os lo estáis pasando bien? ¡Claro que sí! ¡Ole, ole, ole!”. Xavier Domènech mejoró en empuje oratorio pero tuvo su momento 'un plato es un plato': “No tenemos que ganar porque queramos ganar sino porque este país necesita que ganemos”. La lideresa Colau clausuró el evento insistiendo en justificar sus palabras sobre la capitalidad de Madrid. Con tanta insistencia para rectificar parece que lo que dijo, molestó más a ella misma que al nacionalismo catalán.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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