Quiebra el campo de golf de Majadahonda
El administrador concursal propondrá a otra empresa, cuyo nombramiento debe ser aprobado en pleno
El campo de golf municipal de Majadahonda está en concurso de acreedores. De momento, las instalaciones deportivas, gestionadas por la empresa privada Soto Once, continúan abiertas. El Ayuntamiento pretende encontrar un comprador adecuado y evitar así tener que rescindir la concesión e indemnizar a Soto Once por las inversiones realizadas. El centro deportivo tiene 2.000 socios y 155.000 usuarios, informan desde el Consistorio.
Majadahonda decidió hace 18 años que al municipio le vendría bien un campo de golf municipal. Gobernaba entonces con mayoría absoluta el PP (desde las últimas elecciones los populares se encuentran en minoría). En 1997 ganó la concesión administrativa la empresa Soto Once por 50 años. Se comprometió a construir y gestionar las instalaciones.
En contraprestación, la sociedad debía abonar al municipio 30.000 euros anuales y el 5% de los beneficios. Algo que no ha ocurrido nunca, critica Mercedes Pedreira, edil de Centristas por Majadahonda, en la oposición.
Así comenzó la andadura del centro deportivo Las Rejas, que obtuvo licencia como campo de golf en 2000. Después completó las instalaciones con pistas de pádel, un gimnasio y un spa. Según fuentes municipales, el centro cuenta con 2.000 socios y 155.000 usuarios.
A pesar de estas cifras, el negocio no ha conseguido salir adelante. Las últimas cuentas presentadas por Soto Once en el Registro Mercantil datan de 2011. Ese año arrastraban un resultado negativo de ejercicios anteriores de 3,7 millones de euros, al que se sumaron otros 144.746 euros a finales de 2011.
Ahora el administrador concursal designará a la empresa que relevará a Soto Once después de poner en orden sus cuentas. La decisión irá posteriormente a pleno para ser aprobado por el Consistorio.
En caso de que no apareciera ningún comprador válido, habría que resolver el contrato y recuperar la concesión, indemnizando a Soto Once. La cantidad la tendrá que determinar un juez, indican fuentes municipales. Por lo tanto, la solución más beneficiosa para el municipio sería que apareciera la empresa adecuada.
Desde el Ayuntamiento también se aclara que, a pesar de la situación de Soto Once, el negocio es en principio viable. “No han podido pagar a su acreedor (Sareb), pero eso no significa que el complejo no tenga medios ni infraestructura para que pueda seguir funcionando”, aclaran.
A lo largo de estos años, el campo de golf ha vivido momentos más felices, como cuando en 2004, en plena época de vacas gordas, se propuso su ampliación de 9 a 18 hoyos. Aquel año, Majadahonda, Boadilla del Monte y Pozuelo formaron un consorcio al que Majadahonda traspasó el centro deportivo. Entonces eran alcaldes de dichos municipios Guillermo Ortega, Arturo González Panero y Jesús Sepúlveda. Todos del PP y todos imputados en la trama Gürtel.
La ampliación del campo, que afectaba a algunos terrenos con protección, nunca se llevó a cabo. El plan sobrevivió hasta que en 2009 los tres municipios, gobernados por otros alcaldes populares, desistieron del proyecto. Las explicaciones de la renuncia se centraban en las dudas que existían sobre si los terrenos afectados estaban catalogados como protegidos. “En el campo de golf de Las Rejas siempre se ha mirado para otro lado”, sostiene la edil de Centrista Majadahona, que a lo largo de los años ha presentado diversas mociones al respecto. Explica que la empresa construyó una carpa para celebraciones sin permiso y sin que el Ayuntamiento reaccionara. También recuerda un intento de venta de acciones. El equipo de gobierno asegura, sin embargo, que existe un control por parte del Ayuntamiento sobre esta y otras concesiones.
Zacarías Martínez Maíllo, portavoz del grupo socialista, aclara que su grupo no comparte el proyecto desde el arranque, porque no considera que el golf se pueda considerar un servicio público. “Estoy de acuerdo con la práctica de ese deporte, pero una administración pública no se puede dedicar a crear un campo de golf”, explica. La crítica, en su opinión, se dirige a que el PP lo privatiza todo. “Y hay servicios en los que se debe evitar ese tipo de gestión”, dice.
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