El PSC recurre a Susana Díaz para captar el voto de la periferia

Los socialistas catalanes conservan en el área metropolitana de Barcelona su último gran granero de votos y en esta campaña electoral están jugando a fondo esa baza, ante el empuje de Ciudadanos para hacerse con un electorado contrario a la independencia. Esa estrategia explica la presencia de la presidenta andaluza, Susana Díaz, durante el día de ayer en tres ciudades de la conurbación barcelonesa que siguen siendo bastión del PSC.

Por la mañana, Díaz participó en un acto en Santa Coloma de Gramenet, donde la alcaldesa socialista Núria Parlon, que gobierna con mayoría absoluta. En es- ta localidad, el PSC resistió el empaque de Ciudadanos en las autonómicas del 27-S. Tras el mitin de rigor, la presidenta andaluza se dio un baño de masas, con besos, fotografías y un vermut popular en el que el electorado la piropeó y se interesó por su hijo.

Susana Díaz se desplazó después a Sant Boi de Llobregat, también con alcaldesa socialista pero donde Ciudadanos derrotó por un palmo al PSC en las catalanas. Allí almorzó en la Casa de Andalucía con varios centenares de militantes y por la tarde cerró jornada en Cornellà de Llobregat, ante más de mil personas.

"Solo hay una federación del PSC capaz de movilizar a tanta gente en un día de puente y esa es la del Baix Llobregat", explicaba un dirigente del partido que lidera Miquel Iceta, quien compartió acto con la presidenta andaluza; con la candidata por Barcelona, la exministra Carme Chacón, y con el alcalde de la ciudad, Antonio Balmón.

El barrio de Estopa

El público que abarrotó el polideportivo del hoy llamado barrio de Sant Ildefons —lo que fue la Ciudad Satélite en el desarrollismo franquista, la patria del dúo musical Estopa— fue el habitual de los mítines socialistas: gente de avanzada edad, militantes de toda la vida que trajeron de su casa las banderas del PSOE de Andalucía e incluso camisetas del Málaga club de fútbol.

Gentes, casi en su mayoría, procedentes de la inmigración a los que se dirigió Susana Díaz para decirles que se sentía orgullosos de ellos "porque vinieron a levantar Cataluña para que se convirtiera en su segunda o primera patria", un argumento clásico cuando los líderes socialistas españoles acuden a hacer campaña a esta comunidad.

"Yo entiendo y siento a Cataluña como una parte fundamental de España", remató la presidenta andaluza antes de cargar contra Mariano Rajoy. "España no se merece tener un presidente que no quiere debatir", dijo Díaz, quien se reclamó que el PSOE gane las elecciones "y las gane muy bien, no por un voto", una expresión que rebate el deseo expresado por el candidato socialista a la Moncloa de ganar los comicios por una sola papeleta. Díaz, además, cargó contra las políticas de recortes de Rajoy y arremetió contra la CUP, "porque tiene a siete millones de catalanes pendientes de una asamblea".

Fue el primer y único día de Susana Díaz en Cataluña para apoyar al PSC, el partido hermano del PSOE, que clamó sin reparos en contra de la independencia, "porque se puede amar con la misma intensidad a Cataluña, Andalucía y España".