La brecha entre las rentas más ricas y pobres crece un 20% en cuatro años
Las entidades sociales culpan de la desigualdad a la precariedad laboral y los déficits del sistema de protección
El 20% de la población con el nivel económico más alto en Cataluña tiene 6,5 veces más renta que el 20% más desfavorecido. Una ratio que ha crecido un 20% desde 2011, cuando era de 5,5. Esta cifra, de Idescat, hace parte del informe anual que elabora Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS) y que este año pone el foco en la polarización social y pobreza severa. “Estamos fracasando en las políticas sociales”, denunció Teresa Crespo, presidenta de ECAS. Desde las entidades critican que la recuperación en la macroeconomía aún no llega a la calle y que prácticamente todos los indicadores siguen mostrando más pauperización. “Los ricos son cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres y la clase media esté desapareciendo”, recordó Crespo.
El informe de ECAS, el Insocat, incluye entre otras el índice de ratio S80/20, que mide la desigualdad en la distribución de la renta entre quintiles. En específico, indica la proporción de ingresos totales recibidos por el 20% de la población más acaudalada en relación a la recibida por el 20% más desfavorecido. El año pasado, la última cifra disponible, el quintil más rico tenía 6,5 veces más renta que el más pobre. En tan solo tres años ha aumentado un punto. En el conjunto de España, según Eurostat, la variación ha sido del 8%, pasando del 6,3 al 6,8 en el mismo periodo de tiempo.
Este distanciamiento entre los extremos, la polarización, ha conllevado a una reducción de la clase media y su correspondiente empobrecimiento. “Trabajar ya no es garantía de no ser pobre”, explicó Mercé Darnell, responsable de Programas y Servicios de Cáritas de Barcelona. “Las cifras nos permiten ver la caída de los ingresos (un 11,7% de los catalanes tiene ingresos inferiores al 40% de la renta mediana), pero no se relacionan con los gastos, que suben”, agregó Darnell.
El 20% de la población con el nivel económico más alto en Cataluña tiene 6,5 veces más renta que el 20% más desfavorecido
Otra cifra reveladora es que en solo un año se han duplicado las familias con carencias materiales graves. El INE considera que se encuentra en esta situación si se responde afirmativamente a más de tres de las siete preguntas que formula el instituto en sus encuestas, por ejemplo, si come carne o pollo cada dos días; si puede pagar gastos imprevistos o irse al menos una semana de vacaciones. En 2013, esta lacra afectaba solo al 7,8% de la población. Ahora llega al 16,8% de la población.
Las entidades de ECAS apuntan a la precariedad laboral y a los déficits del sistema de protección social como las causas de la desigualdad. “La reforma laboral precarizó las condiciones y la devaluación salarial ha hecho necesario que sea necesario contar con dos sueldos para sostener un hogar”, dijo Darnell.
De otro lado, la vinculación de la mayor parte de las prestaciones sociales a la trayectoria laboral expulsa a muchas personas del sistema, por ejemplo, los parados de larga duración. Crespo insistió en una vieja reivindicación que se hace también desde la academia: la necesidad de compactar las prestaciones para dar más y mejor cobertura. “En este momento la atención se hace a pedazos”, se quejó Darnell. Con todo las transferencias sociales reducen un 54% la tasa de pobreza.
Las transferencias sociales reducen un 54% la tasa de riesgo de pobreza
Crespo aseguró que solo hasta la legislatura anterior el departamento de Bienestar, liderado por Neus Munté, ha realizado pasos en esa dirección. “Solo hasta hace poco se elaboró el primer listado de la cartera de prestaciones, aún queda mucho camino por recorrer”. Son ayudas que cuentan con diferentes condiciones de acceso que pueden variar entre Administraciones.
Esa compactación podría ser el embrión del sistema de rentas básicas que varios partidos llevaban en sus programas electorales. O de la renta universal que propone una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), ahora en trámite en el Parlament. Crespo también entonó un mea culpa por parte de las entidades sociales. “Cada colectivo busca asegurar la prestación en su parcela y eso hace que no rememos todas en la misma dirección”, aseguró la presidenta de ECAS.
Las entidades también pidieron reforzar el Estado del bienestar a través de políticas más equitativas. "No es fuerte porque no hay una política fiscal clara que haga que los que tengan menos paguen menos y que no haya evasión", aseguró Crespo. “La pobreza no es solo dinero, hay intangibles que se pueden percibir, como la depresión o el miedo por la incertidumbre", apostilló Roger Fe, del Centro de Acogida Assís.
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