Los concejales de Colau se niegan a rechazar la declaración de ruptura
El Gobierno municipal se enfrenta a C's por la seguridad y a CiU a propósito de Antoni Vives
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona se ha negado este viernes a rechazar la declaración independentista de ruptura aprobada el 10 de noviembre por el Parlamento catalán a iniciativa de Junts pel Sí y la CUP. La cuestión se ha debatido a propósito de una proposición del grupo municipal del PP en la que proponía "expresar desacuerdo y contrariedad con la resolución del Parlament sobre el inicio del proceso de creación del estado catalán independiente". El PP ha contado con los votos de Ciutadans y el PSC, 12 en total; mientras que el no de Barcelona en comú -cuyos 11 concejales han votado nominalmente-- CiU, ERC y la CUP han sumado 28 votos. La concejal de Unió, Sònia Recasens, se ha abstenido.
El de noviembre ha sido un pleno sin grandes cuestiones a debate pero con un ligero tono electoralista. Además del proceso soberanista, han tenido protagonismo la seguridad, la prostitución o los reproches cruzados entre los concejales del ejecutivo entrante y los de CiU. Hablando de contratación de empresas, la discusión ha subido de tono y el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha espetado a los convergentes refiriéndose a las investigaciones abiertas sobre el funcionamiento de Barcelona Regional: "Ustedes tienen un problema que se llama Antoni Vives [exconcejal de Urbanismo], y la Fiscalía les llamará pronto para hablar".
En la proposición más esperada del pleno, la de los populares sobre la declaración de ruptura, prácticamente todos los grupos han reprochado a Alberto Fernández Díaz que haya puesto sobre la mesa la cuestión por motivos electoralistas. El presidente del grupo municipal de ERC, Alfred Bosch, incluso le ha dado las gracias por reavivar el debate soberanista "sin gastar nuestro cupo [el de ERC]". "Si pretenden que los partidos le apoyen, lo tienen negro, negrísimo, más negro que el bigote de Aznar", ha espetado.
Por parte de Barcelona en comú ha hablado el concejal Jaume Asens, que ha recordado que en el grupo del gobierno hay ediles independentistas y otros que no lo son. Con todo, ha rechazado la resolución contraria a la ruptura "por electoralista, porque habla de cuestiones como blindar derechos sociales en las que estamos de acuerdo [...] y porque es una maniobra soez del PP para desviar la atención sobre su postura que lleva a una situación de bloqueo". Desde CiU, Jaume Ciurana ha comparado la actitud de Asens "con la vieja política de CiU en los años 70, con el sí pero no; no pero sí".
Desde Ciutadans, Carina Mejías ha rechazado de plano el independentismo y ha afirmado que "la soberanía de todos los españoles reside en el Congreso de los Diputados", al tiempo que ha aprovechado para recordar los casos de corrupción que afectan a CiU. El líder del PSC en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, se ha mostrado cansado ante el debate y ha afirmado que "el problema no es España sino el PP".
La seguridad en Barcelona tras los atentados del pasado viernes 13 en París también ha sido objeto de polémica en el debate de la proposición de Ciutadans que pedía a la alcaldesa a tomar medidas para garantizar condiciones de seguridad en la ciudad. La alcaldesa, Ada Colau, ha tachado a la presidenta del grupo municipal de Ciutadans, Carina Mejías, de actuar "con despropósito electoral en un tema tan sensible" como la seguridad. Colau ha asegurado: "No tenemos ningún indicio concreto que vaya a producirse un atentado, pero como ciudad internacional debemos estar preparados", y ha asegurado que lo están y que "si alguna vez pasa alguna cosa, los ciudadanos pueden estar tranquilos de que en el Ayuntamiento hay profesionales preparados para actuar".
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