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ENTREVISTA

“La centrifugación del déficit se ha hecho a conciencia”

El secretario general de Economía y Finanzas, Albert Carreras, sostiene que los ataques al autogobierno catalán pesan más que las finanzas en el auge del independentismo

Lluís Pellicer
El secretario general de Economía y Finanzas, Albert Carreras.
El secretario general de Economía y Finanzas, Albert Carreras.Carles Ribas

Albert Carreras (Barcelona, 1955), secretario general de Economía y Finanzas de la Generalitat, acaba de publicar Volem la independència? (Editorial Base), un ensayo en el que reclama la unidad de las fuerzas independentistas para ganar por primera vez unas elecciones al Congreso de los Diputados. “Si no somos capaces de hacer esta lista, es que no queremos la independencia”, sostiene en el libro.

P. Al final no habrá lista única. ¿Eso significa que no quieren la independencia?

R. [CDC y ERC] han conseguido llegar a unos acuerdos de comunidad de programa y de no competencia importantes.

P. También dice: “Podemos poner todas las excusas del mundo, pero quiere decir que no queremos la independencia”...

R. Pero una cosa son las listas con competencia. Y estas son con cooperación.

P. ¿Su objetivo es igualar los 25 escaños del PSC de 2008?

R. Son los resultados más altos que se han logrado, aunque fueron mucho más proactivos por el cambio los 25 escaños de 1982 a favor de Felipe González.

P. ¿El cometido de las fuerzas soberanistas en Madrid es la celebración del referéndum?

R. Para una representación en Madrid debe serlo, pero se puede negociar las condiciones para la independencia sin referéndum si hay voluntad por ambas partes.

No pongo en duda el concierto vasco, pero sí hay margen sobre el cupo”

P. ¿Cómo se puede poner en marcha de forma unilateral una Hacienda propia?

R. Los cambios dependen del marco legal y jurídico que pueda haber. Si hay un cambio jurídico, la desconexión es rápida.

P. ¿Pero ese cambio jurídico no depende de una negociación?

R. Es la forma más recomendable de hacerlo, pero si no hay un marco negociado existen otras alternativas. Si el marco de referencia está claro no hay más dificultad. En un mundo en el que todo lo que se basa en la informática y las telecomunicaciones no hay mayores problemas.

P. Una de las razones por las que defiende la independencia es la “asfixia premeditada” financiera. ¿A su juicio esa ha sido la estrategia del gobierno del PP con las comunidades?

R. La centrifugación del déficit se ha hecho a consciencia. Había un marco muy claro de distribución de los esfuerzos de ajuste presupuestario fijado por la ley de Estabilidad de 2012 que todas las comunidades no gobernadas por el PP interpretamos del mismo modo. El Estado se quedó con todo el margen de déficit y lo hemos llevado a los tribunales. Si el reparto se hubiera ajustado a la ley hubiéramos cumplido en 2012, 2013 y 2014. Pero ya conocemos la tendencia del Gobierno del PP a incumplir las leyes. Quiso sacarse de encima la responsabilidad del ajuste y pasarla a las comunidades, que tienen un gasto muy finalista y rígido.

P. ¿Ha cambiado el Gobierno central después del 27-S con el Fondo de Liquidez Autonómico?

R. Hacienda nos había indicado que se tomaría una decisión sobre el FLA [la partida de 2.600 millones que la Generalitat espera] después del verano. Por ahora no se ha tomado.

P. Habla de un “trato fiscal privilegiado” cuando se refiere a los conciertos vasco y navarro. ¿Habría que revisarlos?

R. No los pongo en duda porque responde al principio de tener un mayor control sobre las bases fiscales. Ahora bien, ¿hay margen sobre el cupo? Sin duda.

P. No solo Cataluña se queja del modelo de financiación autonómica. También lo hacen Baleares, la Comunidad Valenciana...

R. En todo el eje mediterráneo y Madrid hay un diagnóstico bastante compartido. El modelo de financiación se fiaba a los ingresos que se obtenían por los recursos derivados de la burbuja inmobiliaria. La negociación se produjo en ese contexto y se trató de compensar a las comunidades que no disfrutaban de esos ingresos garantizándoles otros. Cuando estalló la burbuja estos desaparecieron, y las comunidades más vinculadas a la burbuja, el eje mediterráneo y Madrid, tuvieron mayores problemas.

P. Se quejan de un modelo que resultó de un acuerdo entre el Estado y Cataluña. ¿Es culpa de los negociadores?

R. No. Las posiciones se habían consolidado mucho y no había voluntad de cambio.

P. ¿La financiación es la principal razón para la independencia?

R. No. El punto esencial es la voluntad de autogobierno de Cataluña. En el libro repaso los elementos que se consideran básicos del sentimiento independentista: primero, la lengua, la cultura y la trayectoria histórica; segundo, los elementos económicos, y por último, los políticos. Pero todo acaba en el mismo punto: ¿Hay voluntad para que Cataluña tenga más autogobierno? La posición del Gobierno español ahí es más cerrada que en aspectos como la lengua y la cultura.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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