El privilegio de la arquitectura

¿Cuántas veces hemos pasado por delante de un edificio y nos hemos preguntado quién vivirá allí y qué mundo se esconde detrás de esas cuatro paredes? El próximo fin de semana muchas de estas curiosidades podrán saciarse. Al menos en 190 edificios y espacios que participan en la ya tradicional (es la sexta edición) 48H Open House Barcelona, un festival de arquitectura que este año está dedicado a Josep Maria Jujol. Este arquitecto, considerado un colaborador durante 25 años y discípulo aventajado de Antoni Gaudí, tiene obras de personalidad propia tanto en Barcelona, como la casa Planells, el edificio que descubrió este arquitecto al actor John Malkovich, el rosetón de Santa María del Pí, que se estrena en esta edición, la Finca Sansalvador y los Tallers Manyach. También, en otras localidades como Sant Joan Despí, la ciudad invitada de esta edición que aporta 17 de los 64 nuevos espacios que se pueden visitar este año y en la que Jujol realizó proyectos tan espectaculares como Can Negre, la Torre de la Creu, la Casa Rovira y la Torre Jujol, que levantó como arquitecto auxiliar municipal.

Durante el próximo fin de semana, todo el mundo podrá disfrutar visitando estos y otros muchos edificios de forma privilegiada. Es lo que pretende el festival que dirige la arquitecta Elisenda Bonet y que este año viene cargado de novedades como la posibilidad de visitar toda una serie de infraestructuras de gran impacto urbanístico como la desalinizadora del Baix Llobregat, la incineradora de Sant Adrià del Besòs o el depósito de regulación de aguas pluviales del Parque Joan Miró. “La posibilidad de que los edificios sean explicados por los arquitectos que los han creado o los propietarios y las personas que los habitan es lo grande este festival”, explica Bonet. El año pasado fueron 50.000 personas las que participaron y este se espera que sean muchos más.

Como siempre, los organizadores han montado unas rutas e itinerarios gratuitos que permiten aprovechar los desplazamientos por diferentes zonas de la ciudad. La lista de edificios a visitar es enorme, así como las épocas y la tipología. “Hemos intentado que la gente vaya más allá del modernismo, que es lo que más interés despierta”, comenta Bonet. En 48 horas será posible conocer la obra de unos 200 creadores, desde edificios romanos de autor desconocido hasta algunas de las últimas realizaciones de la ciudad como bibliotecas, mercados, hoteles y viviendas particulares. Este año, como novedad también se podrán visitar cuatro edificios de protección oficial creados para gente mayor con servicios comunes. Algunos de sus inquilinos explicarán su experiencia y realizarán las visitas guiadas.

Uno de los retos de los responsables del festival es “descentralizarlo” y que en toda la ciudad se puedan visitar edificios abiertos al público. Para llevarlo a cabo se han reclutado más de 1.000 voluntarios que explicarán cada una de las viviendas, “a los que hay que sumar los propietarios de las casas que atenderán a los visitantes y les abrirán sus puertas”, comenta Bonet.