Los ‘tres estrellas Michelin’ del patrimonio industrial
Una guía reúne 150 bienes fundamentales vinculados con la producción técnica
Románica, gótica, modernista, pero también industrial. Cataluña es una comunidad rica en patrimonio —máquinas, edificios, utillajes, sistemas energéticos, de transporte, viviendas del patrón y de obreros, espacios sociales, archivos, etcétera— que hablan de las formas y procesos vinculados con la producción industrial; unos elementos que no siempre han sido lo suficientemente valorados, y que han acabado, muchas veces, eliminados tras perder la función para la que fueron creados en origen.
Por suerte, la mentalidad con respecto a este patrimonio más reciente ha cambiado en las últimas décadas y muchas de estas viejas fábricas y elementos encuentran una segunda oportunidad como contenedores de nuevas actividades, la mayoría de las veces como centros culturales. En Cataluña el Inventario de Patrimonio Industrial realizado desde 1996 reconoce unos 3.000 bienes industriales. Después de cuatro años de trabajos coordinados por el Museo de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC) en los que han participado la mayoría de entidades y profesionales del sector, se han seleccionado 150 imprescindibles para que se conviertan en la punta de lanza para divulgar y concienciar este patrimonio.
En este mapa del patrimonio industrial consultable desde ayer por Internet hay de todo: 23 elementos preindustriales como molinos, fraguas, pozos de hielo, salinas y adoberas. 84 elementos industriales como cementeras, colonias textiles, azucareras y harineras, bodegas, cavas, cerveceras como la antigua fábrica de Damm, que acogió ayer la presentación en Barcelona, industrias del corcho, tabaco, químicas y metalúrgicas, minas, estaciones y faros como el de la Banya, el único de hierro y transportable de España que fue construido en el delta del Ebro y estuvo activo entre 1864 y 1978 y que en 2003 fue llevado al puerto de Tarragona,. También chimeneas industriales, como la de Sant Adrià, que es uno de los últimos elementos que se han incorporado. Además de 43 elementos de servicio y obra pública como depósitos de agua y gas, mercados, patrimonio ferroviario y marítimo y observatorios. Según Jaume Perarnau, director del mNANTEC los elementos escogidos se reparten por 39 de las 42 comarcas catalanas y se ha tenido en cuenta para incluirlos “la autenticidad de los diferentes elementos, ser un referente y singular, su valor paisajista, e incluso estético”. Cada uno de los elementos aparece vinculado con su historia, fotografías, cómo llegar, curiosidades o si está protegido y en qué grado.
Precisamente ayer el Gobierno catalán impulsó la creación de la marca Patrimoni Cultural de Catalunya, que quiere convertirse en el sello de referencia de aquellos espacios patrimoniales que tienen una importancia cultural excepcional en el legado de Cataluña. El fin último de esta medida es aumentar el conocimiento de los ciudadanos sobre la historia y su patrimonio.
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