El PP pagó sobresueldos a diputados con su subvención en la Asamblea

El Grupo Parlamentario Popular destinó entre 2011 y 2013 más de 250.000 euros de las subvenciones que recibe de la Asamblea de Madrid a pagar sobresueldos a ocho diputados regionales, según un anteproyecto de informe de la Cámara de Cuentas. El organismo fiscalizador también destaca, en un análisis de los balances de los cuatro grupos parlamentarios, que PSOE, IU y UPyD destinaron, “en general”, una parte “relevante” de las subvenciones oficiales a sufragar sus respectivos partidos. En el caso del grupo socialista, el 96% de las ayudas públicas fueron directamente al PSM.

Las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios de la Asamblea deben ir destinadas, en teoría, a cubrir sus respectivas necesidades (personal, material de trabajo y “medios para que se organicen adecuadamente”) en el Parlamento regional. La Ley de Financiación de los Partidos Políticos permite, sin embargo, que estas ayudas pasen directamente a las formaciones. Pero, la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas de las Cortes Generales estableció “una completa separación en la contabilidad y fiscalización de la financiación de la actividad ordinaria de los partidos políticos respecto de la financiación de los grupos parlamentarios”. Los auditores públicos recomiendan, de hecho, que los grupos tengan sus propias cuentas, algo que no sucede.

Ocho diputados del PP recibieron, además de su sueldo, retribuciones extra procedentes de las subvenciones al grupo parlamentario que alcanzaron los 57.000 euros en 2011 y los 98.000 euros en 2012 y 2013. El organismo fiscalizador apunta, en el informe al que ha tenido acceso EL PAÍS, que el PP lo ha justificado con un informe jurídico del letrado de la Comisión de Estatuto de Autonomía, Reglamento y Estatuto del diputado de la Asamblea de Madrid que considera legales estas percepciones.

El PP, cuyo portavoz era Íñigo Henríquez de Luna, también transfirió 188.000 euros en 2011, 476.000 en 2012 —equivalente al 36% de los gastos de ese ejercicio— y 193.000 euros en 2013 a cuentas de titularidad del partido dentro del concepto de “aportaciones para gastos de funcionamiento” y “otras sedes”.

La Cámara de Cuentas ha solicitado una relación de estos gastos con el fin de evaluar la aplicación o empleo correctos de las ayudas públicas, “sin que [el PP] la haya aportado”. Los auditores recalcan, además, que tales gastos “no están diferenciados del resto de los gastos” realizados por el grupo. Asimismo, se contabilizan partidas en hostelería, regalos “y otras atenciones protocolarias” por 29.000 euros.

Los auditores reflejan igualmente que el Grupo Parlamentario Popular tuvo más ingresos que gastos entre 2011 y 2013, con un balance favorable respectivamente de 396.800, 461.872 y 691.882 euros. Aparte de la subvención del Parlamento, el grupo popular incluyó ingresos “derivados de inversiones financieras”, si bien la Cámara de Cuentas no detalla dónde invirtieron estas cantidades.

“Estos beneficios suponen que los ingresos, fundamentalmente constitutivos por la subvención de la Asamblea, son superiores a los gastos y debieran, en consecuencia, dar lugar al correspondiente reintegro”, añade la Cámara. Los auditores no detallan si los populares devolvieron estas cantidades.

La bonanza del PP contrasta con la del resto de formaciones. En el caso del PSOE, el organismo fiscalizador subraya que el 96% de los ingresos fueron “destinados a transferencias al Partido Socialista de Madrid (PSM) como entregas a cuentas de gastos y pagos”. El 4% restante fueron para gastos directos realizados por el propio Grupo Parlamentario Socialista, dice la Cámara.

El 54% de las transferencias al grupo (1,5 millones) fueron a pagar nóminas y gastos sociales de los trabajadores contratados por el PSM, “pero que están al servicio del grupo parlamentario y ubicados en la sede del mismo”. Dentro de las remuneraciones de 2011, más de 76.000 euros correspondieron a indemnizaciones por despidos y salarios de tramitación de cuatro empleados. Las indemnizaciones superaron los 61.000 euros en 2012. El portavoz del PSOE en el hemiciclo la legislatura pasada fue Tomás Gómez, destituido como secretario general de la formación en Madrid el pasado febrero.

El grupo parlamentario de IU-Los Verdes “no ha facilitado” la información solicitada por los auditores de la relación “individualizada” de sus gastos ni de las nóminas abonadas con la subvención de la Asamblea, “lo que ha impedido su análisis”.

Este grupo parlamentario, liderado por Gregorio Gordo, reconoció que su contabilidad estaba “integrada” en la contabilidad general del partido. El 90% de los gastos del periodo fiscalizado se contabilizaron como aportaciones a IU Madrid y el resto a gastos exteriores.

Tiques de comida

El Grupo Parlamentario de UPyD, con Luis de Velasco como portavoz, operaba con tres cuentas bancarias, “donde sus ingresos y gastos se unían al conjunto de las operaciones de la formación política, lo que no favorece la revisión y comprobación de los mismos”. Dentro de los gastos por “servicios exteriores”, aparecen 27.000 euros en la adquisición de tiques de comida para el personal en el hemiciclo.

La Mesa de la Asamblea, el órgano que califica —respaldando o rechazando las propuestas de los grupos políticos representados en el Parlamento— acordó en octubre de 2013 requerir a todos la “contabilidad específica” de las subvenciones que la Asamblea de Madrid les asignó con cargo al presupuesto de 2012. También decidió su presentación regular, a partir de ese momento, de las cuentas en el mes de febrero de cada año. Sin embargo, el examen de la contabilidad de 2012 y 2013 se aprobó unos meses después.

La financiación de los partidos a través de los grupos ya enfrentó el año pasado a las formaciones en la Asamblea. El PP criticaba que PSM, IU y UPyD destinaban la asignación anual que recibían, ya fuera de forma parcial o en su totalidad, a sufragar gastos del partido correspondiente. Representantes de las cuatro formaciones coincidieron en que se trataba de una forma de sufragar a los partidos, cuando en teoría estos y sus grupos deberían ser entidades jurídicas independientes.