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Madrid no activó a la policía y solo 140 agentes se enfrentaron al atasco

Los conductores que querían entrar en la capital sufrieron largas retenciones a causa de la lluvia y del aumento de un 10% de la circulación, además de diversos accidentes

F. Javier Barroso
Atasco el pasado lunes en la calle de Alcalá.
Atasco el pasado lunes en la calle de Alcalá.bernardo pérez

Solo 140 agentes de movilidad se enfrentaron el lunes al enorme atasco que se formó en la capital durante cinco horas. La plantilla de este cuerpo, creado por Alberto Ruiz-Gallardón para descargar de las competencias de tráfico a la Policía Municipal, ha quedado reducida a la mitad en una década: de 1.300 a 670 agentes. Los sindicatos se quejan del abandono que ha sufrido este servicio y de que no se hayan repuesto las bajas. A eso se unió el lunes que los máximos responsables del tráfico no requirieron la presencia de la Policía Municipal, además de la lluvia y de un incremento del 10% del número de vehículos.

La plantilla de agentes de movilidad estaba formada en sus inicios, hace 12 años, por 1.300 funcionarios, cuya única competencia era la regulación del tráfico en la almendra central (los distritos comprendidos dentro de la M-30). Su fin era sustituir a los policías municipales de este servicio y que se pudieran dedicar de lleno a la seguridad ciudadana. La primera promoción de agentes fue de 700 personas, a las que se unieron otras dos hasta completar los 1.300 citados. Pero este número fue descendiendo de manera gradual, en especial en los últimos años. “Muchos compañeros prefieren marcharse, ya que, pese a ser funcionarios, consiguen mejores sueldos en la policía o en la Guardia Civil”, afirma el portavoz del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), Julián Leal. “Estamos descabezados y sin saber adónde vamos, sin una carrera profesional definida y clara”, añade Ángel Cillán, de la Asociación Nacional para la Defensa del Empleo Público (ANDEP) y agente de movilidad.

Cuatro horas de caos circulatorio

7.00. Entra a trabajar el primer turno de los agentes de Movilidad en sus bases. A esa hora se producen los primeros accidentes, en especial en el nudo de Manoteras, que crean largas retenciones. Llueve y hay más coches en la calle.

7.30. Los agentes del primer turno empiezan a llegar a sus puestos de trabajo, mientras sus compañeros del segundo llegan a la base. A esa hora, la capital ya está viviendo uno de los peores atascos de los últimos años, con retenciones kilométricas.

8.00. Los últimos agentes llegan a sus puestos y refuerzan a sus compañeros. Las colas son kilométricas y los atascos se extienden por las autovías de entrada. Algunos conductores se bajan desesperados de sus coches.

11.00. La situación se normaliza tras horas de retenciones.

El atasco que vivió la ciudad el lunes comenzó a una hora relativamente temprana. Sobre las siete de la mañana se registraron tres colisiones y se averiaron dos vehículos. Justo a esa hora no había todavía agentes de movilidad desplegados por la ciudad. El primer turno (70 funcionarios) entra a trabajar a las 07.00. A esa hora se produce el primer pase de lista y se fijan los objetivos de la jornada. Después, ellos se distribuyen por las principales calles. Eso supone que, en la mayoría de los casos, los funcionarios no llegan a sus puestos hasta media hora después. “A esa hora hay una persona, como mucho, para controlar un cruce y evitar que se colapse”, añade Ángel Cillán.

“Llegan tarde”

El segundo turno (otros 70 agentes) entra a las 7.30 y se queda en el puesto entre las 08.00 y las 15.00. Pero cuando se incorpora a su puesto, las calles de la capital ya están tomadas por los coches y muchos cruces son un auténtico caos. “Llegas ya tarde y en esos momentos es muy difícil reaccionar o solucionar lo que ya está formado”, reconocen fuentes de la Policía Municipal.

El problema del pasado lunes se agravó, además, por un cúmulo de circunstancias excepcionales, según expertos consultados por EL PAÍS. Un atasco a primera hora en el nudo de Manoteras colapsó pronto la entrada a la ciudad por el paseo de la Castellana. A partir de ahí, se contabilizaron hasta 16 incidentes (averías, alcances de pequeña importancia o pinchazos), sobre todo en el arco este de la M-30, lo que se afectó a la almendra central. A ello se unió que era principio de mes y que más conductores cogieron el coche. El director general de Gestión de Movilidad, Francisco Carmona, admite que ese día subió la densidad circulatoria un 10% con respecto a otras jornadas.

Fuentes de la Policía Municipal destacaron ayer que en ningún momento se les avisó oficialmente de lo que estaba ocurriendo y que, por lo tanto, no participaron en la resolución del atasco. El director general asegura que no era necesario llamarlos, ya que en el centro de gestión de la movilidad (el lugar donde se visionan las imágenes de las cámaras y se controlan los semáforos) también hay presencia de policías municipales. En opinión de Carmona, la Policía Municipal sabía al instante lo que estaba ocurriendo. “Quizás habrá que estudiar si los criterios son mejorables desde el punto de vista organizativo”, puntualiza el director general, que explica que cuando hay atascos como el del lunes se alarga la fase roja de los semáforos y se intenta dirigir el tráfico hacia donde no haya colapso.

“La Policía Municipal ya no hace prácticamente nada de tráfico. Se nos ha destinado a otros cometidos y no se nos ve en los cruces o donde hay problemas”, detalla Carlos Bahón, de Asociación Unificada de Policía Municipal (AUPM). “Eso sí, ni con 2.000 policías se habría controlado el atasco del lunes”, concluye. De hecho, otro factor que añade Bahón es que el asfalto, al estar sucio por falta de lluvias, también provocó los accidentes al alargar las frenadas.

¿Se va a aumentar la plantilla de los agentes de movilidad? El futuro es incierto. Los sindicatos han pedido que se les integre en la Policía Municipal, que se reorganice el servicio y que se les dote de mayores recursos. Ahora mismo se están estudiando esas posibilidades y se está viendo qué se decide. “En condiciones normales, 140 agentes son suficientes para dirigir el tráfico que entra en la capital en hora punta. El problema se plantea cuando se dan circunstancias extraordinarias e imprevistas como las del lunes”, destaca Carmona.

Los sindicatos discrepan de la visión del director y acusan de que la capital carece de un plan de movilidad específico. “Madrid está volviendo a las mismas densidades de tráfico de hace seis o siete años, como antes de la crisis, y las calles no soportan tanto coche”, critica Ángel Cillán. Pone como ejemplo sintomático la falta de accesos adecuados para los conductores de la autovía de Extremadura (A-5), que se concentra en la cuesta de San Vicente y en la plaza de España.

Sin información del tráfico en la ciudad por las tardes

Los conductores que quieran informarse del estado del tráfico en la capital por la tarde lo tienen realmente difícil, sobre todo si esperan escuchar estos datos por la radio. Con la llegada de la nueva alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), se inició una reestructuración en este servicio, que pasó de tener cinco personas a solo dos. Trabajan en el turno de mañana, que es cuando informan en directo a las radios. El resto del día, silencio en las ondas.

Fuentes del equipo de Carmena aseguran que se ha trasladado a los funcionarios del servicio de radio a otros puestos del gabinete de prensa, de forma que no se necesite contratar personal eventual de confianza, como ha ocurrido en otras Corporaciones. “Cada día el Ayuntamiento recibe entre 50 y 60 peticiones de información de los medios de comunicación y se necesita mucho personal para atenderlas, por lo que hemos llevado a esas personas que antes estaban en el gabinete de radio a hacer otras funciones”, reconocen fuentes municipales.

Estas fuentes admiten que no se quiere dejar de dar esa información y que se está reestructurando el gabinete, mientras se refuerzan otros servicios para hacerlos más integrales. “Pretendemos mejorar y hacerlo con medios más modernos para poder darle mayor rapidez, pero no queremos tener solo a personas que hagan locuciones de radio del estado del tráfico, sino que se dediquen a otras tareas”, concluyen. El plazo para retomar esta información de servicio público parece, por el momento, incierto. O al menos, no corto.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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