Feijóo anuncia una “renovación” de políticas, no solo de caras
La polémica exconsejera de Sanidad se despide criticando a los medios de comunicación por publicar “cada cosa que pasa”
A tres meses de las elecciones generales y a un año del límite máximo legal de esta su segunda legislatura, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado la profunda crisis de su gobierno oficializada este lunes como el primero de una más amplia lista de cambios políticos. “La renovación que nos piden [los ciudadanos] no termina en la remodelación del gobierno”, dijo, sino que incluirá un cambio de políticas que se empezará a concretar la próxima semana en el debate anual sobre el estado de la autonomía, se plasmará en los presupuestos para el próximo año y solo dará por alcanzada “cuando los gallegos se sientan identificados en ella”. Con esa visión, Feijóo asegura que su nuevo ejecutivo está pensado como “un gobierno para un ciclo económico expansivo que reemplaza a un gobierno pensado para una profunda recesión económica”.
Feijóo lanzó su discurso en favor de una renovación permanente en el acto de toma de posesión de sus tres nuevos consejeros: José Manuel Rey Varela, Jesús Vázquez Almuiña y Ángeles Vázquez Mejuto, alcaldes hasta ahora de Ferrol, Baiona y Melide que asumirán Política Social, Sanidade y Medio Rural, respectivamente. Con ellos juraron también sus nuevas responsabilidades los consejeros ya en ejercicio a los que en general ha reducido atribuciones por la vía de ampliar de ocho a diez el número de departamentos. Feijóo se refirió en especial a uno de esos cambios de estructura de su gobierno, el único que implica un aumento de competencias, para el hasta ahora titular de Economía e Industria, Francisco Conde. Según dijo, a su llegada a la Xunta en 2009 vinculó el área de empleo a la de asuntos sociales por la profundidad de la crisis económica que entonces se vivía. Ahora, dice, en una época de crecimiento opta por “vincular orgánicamente el empleo con el impulso económico”.
De aquel gobierno de 2009 Feijóo solo conserva a tres consejeros. Entre ellos no estaba la ya exconsejera de Sanidad Rocío Mosquera, nombrada en enero de 2012 cuando la anterior, Pilar Farjas, asumió el cargo de secretaria general del Ministerio de Sanidad. Numerosas voces del PP gallego venían pidiendo su destitución desde hace meses por las constantes polémicas que ha generado con sus gestiones y declaraciones públicas, acrecentadas en los últimos meses con la caótica puesta en servicio del nuevo hospital de Vigo. Esta mañana Mosquera se despidió del cargo asumiendo una única responsabilidad: “Quizá no supe hacerme entender”, lamentó. Y cargó contra los medios de comunicación, a los que dijo que “no es defender la sanidad pública poner encima de la mesa cada cosa que pasa” ni “sacar cada pequeño fallo”. Mosquera también agradeció a Feijóo que hubiese confiado en ella de entre el “grupo de jóvenes que trabajamos con Romay allá por el noventa y tantos”, en referencia a José Manuel Romay Beccaría, hoy presidente del Consejo de Estado y, en los noventa, responsable de Sanidad en la Xunta y el Gobierno central.
Desde la oposición la crisis de gobierno en la Xunta ha sido criticada principalmente por el momento en que se produce, a un año del fin de la legislatura. El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, asegura que no hay “ningún motivo para pensar que este gobierno vaya a hacer en un año lo que no hizo en los siete precedentes” y considera los cambios una “enmienda a la totalidad” de las políticas desarrolladas hasta ahora que se produce en el “tiempo de descuento”. Según dice, “la próxima crisis de gobierno de Feijóo será la derrota en las elecciones autonómicas”.
Desde Alternativa Galega de Esquerda su viceportavoz, Yolanda Díaz, considera que Feijóo “se coloca en parrilla de salida” para dejar la Xunta y sitúa a otros para poder sustituirlo. “El presidente sí leyó el mensaje enviado por la ciudadanía en las pasadas elecciones municipales y es consciente de que la unidad popular lo va a vencer y por eso inicia su retirada”, asegura Díaz. Por su parte, el portavoz del BNG, Xavier Vence, también considera que los cambios llegan tarde y apunta que con ellos Feijóo, entre otras cosas, “acomoda” a José Manuel Rey Varela tras perder la alcaldía de Ferrol.
Por contra, los cambios en el gobierno han sido bien acogidos por algunos sectores sociales afectados por la remodelación. Las cofradías de pescadores y sindicatos agrarios han elogiado la separación de los departamentos de Mar y Medio Rural, fusionados por Feijóo en 2012, una decisión que, según admitió el propio presidente hace dos semanas, había restado “presencia” a ambos departamentos. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública también acoge bien la destitución de Rocío Mosquera, que considera un “triunfo” de las protestas ciudadanas, pero advierte de que además de la persona se deben cambiar también las políticas.
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