Una sabia y necesaria decisión

La decisión del Ayuntamiento de Madrid de retirar las subvenciones a la denominada Escuela Taurina de Madrid ha sido recibida con gran satisfacción por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA).

Tanto el vicepresidente de ANPBA como yo mismo, no podremos olvidar jamás los mugidos de dolor y pavor de los desgraciados animales utilizados por sus alumnos para aprender a MATAR, cuando, en 1997, asistimos a diversas clases prácticas realizadas en El Batán por la citada escuela. Atónitos, pudimos grabar en vídeo y fotografiar, todos y cada uno de esos días, cómo a los becerros se les cortaba las orejas todavía vivos, mientras los desdichados pateaban y mugían. Las escenas eran espantosas. Los animales coceaban y berreaban. ¡A un becerro le fueron cortadas las dos orejas y el rabo y fue arrastrado por un vehículo estando aún vivo!

Un vídeo de 5 horas, testimonio de lo allí contemplado, fue adjuntado a la denuncia administrativa que yo mismo firmé y ambos presentamos ante la Comunidad de Madrid, lo que supuso una sanción al puntillero y otra al director artístico de la escuela. La noticia fue ampliamente reseñada por EL PAÍS, que publicó fotos cedidas por ANPBA, así como por todas las cadenas nacionales de televisión que, en sus informativos, emitieron las terribles escenas.

Ahora, y en nombre de esos pobres animales, martirizados y cruelmente destrozados para enseñar a los alumnos de la dicha escuela a matar, cuyos berridos de dolor nunca dejaremos de escuchar, y cuyas crueles heridas y miradas de desesperación nunca abandonarán nuestras retinas, queremos agradecer a la Junta de Gobierno de ese excelentísimo Ayuntamiento de Madrid, la sabia, discreta y necesaria decisión adoptada, que aplaca nuestra desazón de estar pagando con nuestros impuestos una escuela que enseña, ya a adolescentes de tan sólo 14 años de edad, el arte de infligir dolor físico y maltrato psicológico, hasta morir, a unos desdichados bóvidos para cruel diversión.

En este sentido, cabe asimismo citar aquí la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional, jurídicamente vinculante, aprobado por la Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989, que España ratificó. Así, la ONU, a través del Comité de los Derechos del Niño, se ha pronunciado ya, en diversas ocasiones, en contra de que niños, niñas y adolescentes asistan o participen en eventos taurinos, definiendo la tauromaquia como violencia. 

Cabe citar, por significativo, el informe del Comité en el que muestra su "preocupación por el bienestar físico y mental de los niños que participan en el entrenamiento de las corridas de toros y espectáculos asociados a ellas, así como el bienestar mental y emocional de los espectadores infantiles que se encuentran expuestos a la violencia de la tauromaquia". El Comité insta a los Estados, entre los que se encuentra España, a adoptar medidas dada "la violencia física y mental asociada con la tauromaquia y su impacto en los niños".

Cabe recordar también que, de acuerdo con lo establecido en el anexo de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO (Paris 2005) en el que se habla sobre la consciencia de los seres humanos como parte integral de la biosfera, con un importante papel en la protección de otras formas de vida, en particular, los animales.

Por todo lo expuesto, en nombre de la junta directiva de ANPBA, de los asociados que forman parte de la organización, y de una amplia mayoría de la sociedad madrileña que se muestra decididamente disgustada y contrariada ante el maltrato infligido a los animales por diversión, reitero a la alcaldesa y a su equipo nuestras felicitaciones más sinceras.