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La familia de Balaguer que pidió clases en castellano cambia de centro

La madre asegura que el nuevo colegio proporcionará atención psicológica a los menores que están afectados por la presión social

Alfonso L. Congostrina
Inicio de curso en  la escuela Gaspar de Portolà de Balaguer.
Inicio de curso en la escuela Gaspar de Portolà de Balaguer. JAVIER MARTIN

La familia del Balaguer (Lleida) a la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) otorgó un 25% de clases en castellano para sus dos hijos ha anunciado esta mañana que cambian de centro escolar.

El pasado jueves, la familia renunció a la aplicación de la sentencia debido “a las presiones" que recibieron de los vecinos del municipio, aseguró entonces la madre. Ayer, los dos niños no empezaron el curso junto con el resto de sus compañeros de la escuela Gaspar de Portolà. Su progenitora se excusó asegurando que no quiere exponerlos a la presión social ni de los medios de comunicación que había en las puertas del centro. Al final se desconvocaron las protestas programadas delante del colegio y no se repitieron las imágenes del pasado 7 de septiembre cuando medio millar de personas se manifestaron defendiendo el modelo de escuela en catalán.

La madre de los menores ha confirmado esta mañana que ha cambiado de centro aunque no ha querido dar pistas de dónde irán los menores. La familia intenta así preservar la identidad de sus hijos. “No quiero que estén en el Gaspar de Portolà, creo que el colegio ha revelado los datos de mi familia y ha vulnerado los derechos de mis hijos”, denuncia.

La madre ha asegurado que el nuevo centro – del que no ha querido decir si será público, concertado o privado- proporcionará soporte psicológico a sus dos hijos, que comenzarán P5 y segundo de primaria, durante el periodo de adaptación. Un soporte que considera indispensable después de la “presión a la que se han visto expuestos estas semanas”.

Se trata de la segunda familia que abandona la escuela después de haber conseguido una sentencia del TSJC que obliga a los centros a ampliar el número de horas lectivas en castellano. El alto tribunal catalán también obligaba a la Escola Pia Santa Anna de Mataró (Maresme) a dar un 25% de clases en castellano pero ayer anunciaron que los dos hermanos de la familia demandante, al igual que la familia de Balaguer, ha cambiado de centro.

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