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Arte de vanguardia en el Delta del Ebro

El festival Eufònic amplia su duración y actividades con instalaciones en el Castillo de Miravet y el Molino de Ulldecona

El duo LCC, antes conocidas como Las CasiCasiotone, uno de los grupos que actaurá en el Eufònic.
El duo LCC, antes conocidas como Las CasiCasiotone, uno de los grupos que actaurá en el Eufònic.

Desde hoy hasta el 6 de septiembre el castillo templario de Miravet se iluminará con una instalación audiovisual, creada expresamente para este sugestivo espacio, uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar catalana, por Playmodes, autores del célebre mapping de Taüll. Como en aquella ocasión los artistas utilizan una técnica que consiste en proyectar imágenes sobre superficies reales, para conseguir efectos tridimensionales y dinámicos que generan una experiencia artística inédita. La luz de Miravet es uno de los platos fuertes de Eufònic 2015, el festival de artes sonoros y visuales de las Tierras del Ebro, que en su 4ª edición amplia su duración y programa desbordando los días del festival (del 3 al 6 de septiembre) y el marco de su sede original, el centro de arte Lo Pati de Amposta, para involucrar otras localidades, como Ulldecona, Tortosa y San Carles de la Ràpita, además de Miravet.

Eufònic es un festival que se sitúa en las fronteras de las disciplinas, los lenguajes, los géneros, las épocas, los públicos y también las estaciones. Por eso se celebra siempre el primer fin de semana de septiembre, unos días arrancados al verano y ofrece actividades para públicos muy diversos, todas ellas vinculadas con el paisaje, porque el territorio del Delta es muy particular tiene sus características y sus normas”, asegura Vicent Fibla, fundador y director de Eufònic, que desde hace un año y medio dirige también el centro de arte Lo Pati.

El mapping sobre uno de los espacios del castillo de Miravet
El mapping sobre uno de los espacios del castillo de Miravet

Sin duda la novedad más espectacular son las instalaciones site specific. Además de Miravet, el antiguo Molino de Aceite de Ulldecona, obra del arquitecto modernista Cesar Martinell, se abre al público por primera vez tras su reforma, para acoger Pájaros y trenes, trenes y pájaros, una pieza de arte sonoro del artista alemán Jan Mech. La obra se podrá ver hasta el 20 de septiembre, así como Nautilus, una escultura sonora de Xavi Lloses en la Escola d’Art i Disseny de Tortosa y en el Museu de la Mar de l’Ebre de Sant Carles de la Ràpita, Último Esfuerzo Rural II, una máquina musical de los holandeses Bosch & Simons, que evoca los bramidos de un animal. La segunda novedad es el Campus de Aprendizaje, donde nueve artistas como Lluïsa Espigolé, beGun, Alfredo Costa Monteiro y Casper Electronics, impartirán talleres de circuit bending, creación visual, interacción digital y piano preparado. Entre los grupos que actuarán están los duos Hidrogenesse y LCC, antes Las CasiCasiotone.

Arte en coheteras

Además este año Eufònic estrecha lazos con el festival Madatac de Madrid, cuyo director Iury Lech comisaría una exposición sobre paisajes digitales en Lo Pati. “Las obras se exponen dentro de coheteras, unas construcciones tradicionales del Delta donde se guardaban los cohetes que se lanzaban para deshacer las tempestades que amenazaban la cosecha de arroz”, explica Fibla, cuyo programa también ofrece experiencias sonoras inmersivas en el paisaje como la que proponen Vicent Matamoros en el punto más alto de la sierra del Montsià y MobilityLab en MónNatura Delta.

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