Cortes de Pallás pide una solución definitiva al aislamiento del municipio

El alcalde de la localidad valenciana de Cortes de Pallás, Fernando Navarro, ha reclamado hoy una solución definitiva y cuanto antes a la "lamentable situación" de aislamiento en la que ha quedado el municipio tras el desprendimiento de tierras del 6 de abril que causó el corte de la carretera CV-428.

El desprendimiento de tierras tuvo lugar junto a la central eléctrica de Iberdrola en Cortes de Pallás y cortó la carretera comarcal que da acceso al municipio, además de causar heridas leves al vigilante de la central, de la que fueron evacuados 70 trabajadores que estaban trabajando en ese momento.

Desde entonces Iberdrola, que ha asumido las obras de desescombro, trabaja en el afianzamiento de la ladera, mientras que será la Diputación de Valencia la que se encargará de la reparación de la carretera, cuya reapertura se prevé para finales de año y en la que se invertirá 500.000 euros, según ha informado la Corporación provincial.

El alcalde de Cortes de Pallás se ha reunido hoy en el mismo lugar del suceso con el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, para ver el estado de las obras y las futuras posibles soluciones a los accesos al pueblo.

Los operarios trabajan en la ladera descolgados y sujetos con arneses para desescombrar y afianzar la ladera, mientras que máquinas excavadoras retiran las piedras a pie de carretera para devolver la zona a su estado anterior al derrumbe y se pueda proceder al asfaltado de la vía.

El acceso a la población se realiza por dos vías: una, más rápida, que supone acercarse a unos kilómetros de la población por la CV-428, tomar una barca que cruza el río Júcar y continuar el camino a pie hasta el núcleo urbano, lo que lleva una duración de una hora y media; o acceder por una pista forestal, que supone tardar dos horas y media desde Valencia.

Fernando Navarro ha lamentado las circunstancias en las que ha quedado el pueblo por "el accidente natural" que fracturó la carretera de acceso.

"Desde esa fecha estamos semiincomunicados", ha manifestado, para reivindicar una solución definitiva a los accesos dado que, aunque se repare la CV-428, podría volver a ocurrir un desprendimiento ocasionado por lluvias y "encontrarnos otra vez en esta misma situación".

Por ello ha reclamado una segunda vía de acceso al municipio sea "un puente, un túnel o una flotilla de helicópteros" porque, ha dicho, "no podemos depender de esa ladera, dado que es un hecho cierto que se pueda volver a caer", ya que históricamente en los episodios de lluvias, la montaña "ha tirado piedras".

El alcalde ha señalado que "afortunadamente en esta ocasión" al ocurrir el desprendimiento cerca de la central de Iberdrola, esta empresa ha asumido la responsabilidad, pero si ocurre más allá habría que depender de las instituciones autonómicas para rehacer el acceso.

Según el alcalde, el accidente no solo ha dificultado la entrada y salida de los vecinos, sino que también se está resintiendo el pequeño comercio, dado que el municipio solía recibir hasta mil visitantes en agosto y este año solo han llegado 400, y tampoco acuden los 80 moteros y unos 50 ciclistas asiduos de los fines de semana, por lo que el ayuntamiento estudia incluir en sus presupuestos de 2016 una partida para paliar estos efectos.

El presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, ha querido mostrar hoy con su presencia en Cortes de Pallás su disposición a dar prioridad absoluta a la recuperación de la normalidad cuanto antes.

Tras reunirse con el alcalde y con técnicos de Iberdrola para conocer in situ las labores de desescombro, ha considerado que las obras están avanzando a "un buen ritmo" y permitirán "en un plazo de tiempo razonable" que el municipio recobre la normalidad.

"La voluntad de la Diputación es no quedarse solo en la recuperación de lo perdido, sino también adoptar medidas de resarcimiento para paliar el lucro cesante sufrido por la población por la caída de la ladera", ha manifestado.

La Diputación está dispuesta a estudiar todas las opciones y ha avanzado que la antigua carretera quedará totalmente reparada antes de que acabe el año.

Mientras tanto los vecinos se han mostrado desesperados e indignados por la situación de aislamiento que sufren y que califican de "tercermundista", y dicen que han pasado ya cuatro meses desde el suceso, las obras van muy lentas y están cansados de esperar, según han asegurado a EFE varios vecinos.