Las feministas piden a Urtaran que penalice a los agresores sexistas
Reconocen que la entrada en el paseíllo estaba planificada con “más antelación” que la fecha en la que se produjeron las agresiones verbales que denuncian
Una de las portavoces del movimiento feminista y del movimiento LGTB (Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), Izaskun Goienetxea, ha reconocido esta mañana que la decisión de entrar en el paseíllo de vuelta de los blusas del pasado 8 de agosto, justo cuando pasaba la cuadrilla Jatorrak estaba planificada con “más antelación” y no fue organizada a raíz de la agresión verbal que seis miembros de esta cuadrilla cometieron contra una joven el 5 de agosto. Goienetxea, que ha pedido al alcalde de Vitoria que active el protocolo y logre la expulsión de los agresores de esa cuadrilla, ha aclarado que aunque esta acción también quiere responder a ese hecho, la coincidencia en el tiempo fue casual ya que el objetivo inicial de la misma ya era “denunciar las agresiones sexistas que se han sufrido en ambientes festivos en los últimos meses en Euskal Herria” y reivindicar así “otro tipo de fiestas en las que las mujeres estemos cómodas y no tengamos que sufrir este tipo de agresiones constantemente”.
Goienetxea ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa en la que ha leído un comunicado, junto a la también portavoz de los movimientos feministas y LGTB, Alitxu Martínez del Campo. En el acto, celebrado en las escalinatas de la Plaza de la Virgen Blanca, han participado unas 40 personas que portaban un cartel en el que se leía ‘No admitimos ninguna agresión sexista, homófoba, lesbófoba, tránsfoba ni gordófoba. Por unas fiestas en libertad’. Por otro lado, ha explicado que la decisión de entrar en el paseíllo justo cuando pasaba Jatorrak fue porque sus integrantes son todo hombres y “con más motivos aún”, después de que seis de sus miembros protagonizaran una agresión sexista contra una mujer el 5 de agosto a quien hicieron comentarios denigrantes sobre sus pechos y el color pálido de su piel.
“No consideramos que esta agresión en grupo fuera leve y el hecho de que pidieran perdón no es suficiente, ya que la Comisión de Blusas y Neskak había firmado un protocolo que establece que los agresores tienen que estar fuera de los espacios en los que nos movemos, en este caso fuera de las cuadrillas, por lo que ha habido un corporativismo por parte de los blusas, que se han lavado las manos”, ha censurado Martínez del Campo. A su vez, ha exigido al Ayuntamiento de Vitoria que “retire cualquier apoyo económico a colectivos que apoyen a agresores dentro de sus filas y a aquellos que no admitan a mujeres en su interior cumpliendo así con la Ley de Igualdad”. En esta línea, ha recordado que las cuadrillas de blusas reciben subvenciones públicas.
Alitxu Martínez del Campo ha denunciado que durante la acción que protagonizaron en el paseíllo, tanto los integrantes de Jatorrak, como miembros de otras cuadrillas, “entre los que estaba el presidente de la Comisión de Blusas y Neskak, Luis Izaga”, formaron un muro que “impidió la libre expresión del movimiento feminista por medio de todo tipo de agresiones, ya que las mujeres que participaron fueron insultadas, grabadas, zarandeadas y golpeadas”. Pese a ello, ha indicado que ninguna de ellas presentó ninguna denuncia policial, ni tiene constancia de que ningún blusa las haya denunciado por agresiones. Sin embargo, ha criticado que después de esta protesta, supuestos agredidos por la veintena de mujeres que participaron en ella llamaron al teléfono habilitado por el colectivo feminista para denunciar agresiones sexistas, con el fin de “amedrentarnos”. “Ya no tenemos miedo”, ha remarcado, al tiempo que ha aseverado que las mujeres feministas, los movimientos LGTB y otros colectivos “estamos hartas de aguantar en silencio las agresiones que normalmente sufrimos, por lo que no las admitimos, ni de los blusas, ni de ninguna otra persona o grupo”.
Las feministas creen que
Preguntada por el hecho de que varias mujeres portaran ayer durante la kalejira que sustituyó al paseíllo de ida un cartel en el que se leía ‘No nos sentimos defendidas, sí ofendidas. Eraso sexistarik ez’, la portavoz del movimiento feminista considera que “no se ha entendido” su protesta, ya que “nadie se puso en contacto con nosotras para que les explicáramos cuál era el carácter de la acción que llevamos a cabo el 8 de agosto”. Así, estima que “muchos blusas y neskak tienen una información parcial e interesada de cómo se ha desarrollado todo este tema”. Martínez del Campo ha revelado que durante las fiestas, el teléfono habilitado por su colectivo para denunciar las agresiones sexistas ha recibido 5 llamadas de diferente tipo, algunas de las cuales se han puesto en conocimiento de la policía, mientras que, por su parte, el primer edil de Vitoria ha desvelado que el teléfono puesto en marcha por el Ayuntamiento para el mismo fin ha contabilizado un total de dos.
Por su parte, el concejal de Irabazi, Óscar Fernández, ha revelado que minutos antes de llevarse a cabo la kalejira, trató de convencer al presidente de la Comisión de Blusas y Neskak para que hicieran el paseíllo, dado que su protesta podría generar “más tensión” y no solucionar el problema. Fernández afirma que no le pareció “adecuado” lo sucedido “ni de un lado ni de otro” y aboga por que “se calmen los ánimos. Para el regidor, la Comisión de Blusas y Neskak debería cumplir el protocolo contra los agresores, al tiempo que considera que el movimiento feminista, con independencia del derecho a la libertad de expresión, dio un “paso atrás” con su protesta al “apretar demasiado las tuercas” originando una reacción que “no ha ayudado a la convivencia sino a ampliar esta bola de un bando contra otro”.
“Da pena este final de fiestas porque queda en un segundo plano las dos agresiones de violencia machista con la detención de dos chicos jóvenes y el acoso que sufrió esta chica por parte de los blusas, que no tiene justificación ninguna y es inadmisible”, concluye Fernández.
Urtaran pide tranquilidad
El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, cree que “no es momento de precipitaciones, ni de seguir echando leña al fuego”, por lo que aboga por “tomar calma y oxígeno y analizar este tipo de incidentes para que, entre todos, se busque una solución consensuada y dialogada”. Tras expresar su apoyo “absoluto e incondicional” a las mujeres agredidas, ha dicho que debe haber “tolerancia cero” hacia los comportamientos y actitudes sexistas, así como a las agresiones verbales o físicas”.
No obstante, ha considerado que “no se puede generalizar”, ya que, a su juicio, “la inmensa mayoría de blusas y neskak son personas que saben divertirse de forma respetuosa”, razón por la cual ha mostrado su apoyo a la “inmensa mayoría” de este colectivo. Por otra parte, ha anunciado que a partir de septiembre, el Consistorio pondrá en marcha un grupo de trabajo para “empastar mejor” las relaciones entre los diferentes colectivos que intervienen en las fiestas de Vitoria para “evitar estos incidentes que han producido en las últimas horas”.
“Se trata de dialogar, consensuar y resolver las disfunciones que se han podido generar, porque todos estamos en el mismo barco y todos queremos que sean unas fiestas muy respetuosas tanto con las mujeres como con el diferente”, ha resaltado Urtaran. En este sentido, ha incidido en que el Ayuntamiento se ofrece para “mediar en la manera de lo posible” para mejorar las relaciones entre los distintos colectivos y comenzar a diseñar ya entre todos el programa de Fiestas de 2016.
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