Valencia elimina la restricción para ocupar sus dos céntricas plazas

La ordenanza de vía pública de Valencia, que entró en vigor en agosto de 2014, fue vilipendiada por las restricciones que introdujo al uso de los espacios públicos. La oposición acusó a los populares de "privatizar la calle" y "enconsetar en extremo su uso" y, ahora que son Gobierno han derogado la disposición adicional que restringía la ocupación de las dos plazas más céntricas de la capital: la del Ayuntamiento y de la Mare de Déu.

La normativa no autorizaba ninguna solicitud de ocupación de los espacios centrales de las dos plazas, "quedando reservados para los actos que pueda organizar el Consistorio, o aquellos en los que participe o colabore éste". Al equipo de gobierno local le llovieron las críticas desde muchos colectivos ciudadanos que emplean estos ámbitos para protestas y otras acciones reivindicativas, previa comunicación a la autoridad pública.

La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes la moción de modificación de la ordenanza de ocupación de la vía pública, han confirmado los tenientes de alcalde Joan Calabuig y Jordi Peris. "Rayaba la inconstitucionalidad en detrimento de los derechos de los ciudadanos", por lo que será eliminada "para que los ciudadanos recuperaren la calle frente a los que querían que la calle fuera exclusivamente suya", ha dicho Calabuig.

"Era una decisión inaceptable e ideológica para restringir el acceso al espacio público de los movimientos ciudadanos, en un momento en el que había numerosas concentraciones por despidos masivos en la plaza del Ayuntamiento y cuando las víctimas del metro se reunían en la plaza de la Virgen", ha manifestado Calabuig.

La Junta de Gobierno Local también ha aprobado la reivindicación vecinal de que el palacio de Ayora, en el barrio de Algirós, sea la sede de la Universidad Popular, para lo cual se iniciado un análisis de las condiciones del lugar y de las necesidades presupuestarias para su adecuación, que se han establecido en 362.000 euros.

El arquitecto Dolç y la republicana Soler, hijos predilectos

El segundo teniente de alcalde ha anunciado que llevarán al próximo pleno el nombramiento como hijos predilectos de la ciudad al arquitecto Carles Dolç y a la republicana Alejandra Soler  por los valores cívicos y ciudadanos que encarnan.

El arquitecto valenciano Carles Dolç fue uno de los promotores de que el antiguo cauce del Túria se convirtiera en un espacio verde, paralizó la prolongación de la avenida del Barón de Cárcer "que habría acabado con el barrio del Carmen" y ha sido un firme defensor de la corriente social del urbanismo.

Alejandra Soler, maestra republicana nacida en 1913, fue una de las primeras mujeres licenciadas de la ciudad y fue "una incansable luchadora por la escuela pública y la igualdad", incluso cuando fue "separada de su profesión por la represalia franquista".

Sobre los organismos autónomos, Calabuig ha señalado que la Fundación Deportiva Municipal tendrá como titular a José Vicente Berlanga, a propuesta de la concejala Maite Girau. El Consistorio promoverá además un proceso de participación ciudadana de cara a la actualización del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia. El PP, que tenía prácticamente lista su revisión, lo paralizó a última hora por la oposición ciudadana.