Trampantojos artísticos
Alberto Peral presenta el libro de su proyecto específico para el Nivell Zero de la Fundación Suñol de Barcelona
El Nivell Zero de la Fundación Suñol suele acoger proyectos individuales, concebidos especialmente para este espacio. Sin embargo rara veces en las anteriores 31 propuestas, la intervención ha conseguido crear un espacio único entre la sala interior y el patio exterior. Lo ha logrado Alberto Peral (Santurtzi, 1966), que para Nudos, abierta hasta el 5 de septiembre, ha creado diez obras autónomas, nueve esculturas y una fotografía, que forman un único paisaje junto con la arquitectura escultórica de la Fundación. "Es una intervención en la línea de un jardín japonés, que convive con el entorno, sin entrometerse", asegura Peral. Hoy a las 18.30 horas, el artista llevará a cabo una visita guiada gratuita de la muestra con motivo de la presentación de la publicación que la acompaña.
Lo que caracteriza las piezas de Nudos es, a la manera de trampantojos, la capacidad de mostrarse de forma diferente según la perspectiva, la distancia o la luz, de modo que la percepción del visitante va cambiando según su posición. La más asombrosa es una instalación escultórica, denominada sencillamente Taburete, que convierte este elemento doméstico en una suerte de columna sin fin al revés, en un guiño homenaje a la célebre obra del escultor rumano Constantin Brancusi.
El efecto resulta sorprendente, sobre todo gracias al juego de espejos, que reta el observador a descubrir cuáles partes son reales y cuáles sólo un reflejo. "Más que nudos son intersecciones, que generan nuevas geometrías, a menudo triángulos, una forma llena de connotaciones tanto prácticas y formales como místicas e intelectuales, además de ser el símbolo de la casa, el espacio protector por excelencia", explica Peral, que tan solo torciendo un tubo de hierro es capaz de obtener una forma de gran poder evocador.
La muestra se completa con la fotografía de una pared a medio construir, que Peral ha intervenido con unos cortes, en la línea del célebre artista italiano Lucio Fontana.
Empotrada
"Unos sencillos cortes consiguen convertir una imagen bidimensional en una obra tridimensional. Fontana quería atravesar la pintura. Yo quiero atravesar la foto y llevarla a otro lado", indica Peral, que aplica la misma estrategia también a una escultura en cerámica, partida y empotrada en la pared, para mostrar los aspectos ocultos en su interior como las huellas del ceramista que la moldeó.
El artista vasco, afincado desde hace años en Barcelona, combina su actividad artística con la gestión de Halfhouse, una galería que se inauguró hace cinco años, donde se presentan propuestas innovadoras que no tienen cabida en otros espacios. "Abrimos Halfhouse porque los espacios autónomos gestionados por artistas son necesarios para generar un tejido creativo plural e independiente", concluye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.