Los Sabandeños, medio siglo de folklore en el mundo
El conjunto canario actuó en Los Veranos de la Villa
Cuando descolgaba el teléfono sabiendo que lo llamaba un canario, el legendario Rafael Azcona cantaba “Con su manta esperancera…”. el principio de una de las más legendarias coplas de Los Sabandeños, como el saludo que mejor se ajustaba a la apuesta de uno de los más longevos conjuntos folklóricos del mundo.
Nacieron hace medio siglo, en La Laguna, y con esa manta que distingue a los campesinos del monte de La Esperanza han vendido millones de discos y siguen tan campantes como su fundador, Elfidio Alonso, hijo de periodista republicano y periodista él mismo, que ha dedicado su alma y su cuerpo a revolucionar el folklore canario, abriéndolo a las más diversas ventanas, sobre todo a la que lo emparenta con Latinoamérica.
Por esa dedicación de cincuenta años (“me han parecido cincuenta siglos”, le dijo Alonso a Carmelo Rivero, biógrafo del conjunto) le han dado ya varios premios este año al fundador (la más alta distinción de la isla de Tenerife y también la más alta de Canarias); a esos galardones se sumó anoche la placa que la SGAE le entregó anoche al conjunto para celebrar que Los Sabandeños son intérpretes de lujo en la nómina de la veterana Sociedad General de Autores.
El viaje madrileño de Los Sabandeños no es excepcional; desde que se fundaron en el Ateneo de La Laguna y en la finca Sabanda de Punta del Hidalgo (de ahí les viene el nombre), el folklore insular más puro (la folía, la isa, la malagueña) fue su punto de partida, pero su destino ha sido el mundo, y en muchas ocasiones con escala obligada en Madrid; Víctor Pablo Pérez, que dirigió la Orquesta Sinfónica de Tenerife, los acompañó anoche en los Veranos de la Villa, en una ocasión muy especial, pues no sólo conmemora el tiempo transcurrido ante uno de sus públicos más fieles sino que marca un punto de inflexión dentro de la gira que celebra el medio siglo combinando la parranda con la sinfonía.
Siempre fueron parranderos, esa fue su divisa y ese es su espíritu; pero la batuta de Elfidio Alonso, letrista, compositor y gerente de esta obra de andadura tan larga, siempre aspiró a una modernización folklórica que ha afrontado con rigor las distintas circunstancias de una historia que ya entró en la leyenda.
No era extraño que las televisiones españolas e hispanoamericanas, las casas de discos y gente del mundo de la vida social o cultural (Valdano, Kraus, María Dolores Pradera) los acompañaran con sus voces o con su entusiasmo con la misma alegría con que Azcona saludaba a sus amigos canarios cantando esa copla que Los Sabandeños hicieron inmortal: “Con su manta esperancera…” Manta que, por cierto, pusieron Los Sabandeños sobre los hombros de Felipe VI hace unas semanas, cuando el Rey fue a visitar el Instituto Astrofísico de Canarias, en Azaña, Tenerife.
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