Fallece Leopoldo Rodés
El mecenas catalán ha muerto este miércoles en un accidente de tráfico
El empresario y mecenas Leopoldo Rodés (Barcelona, 1935) falleció ayer en un accidente de tráfico en Aiguaviva (Girona). El empresario destacó por una larga trayectoria empresarial, en la que sobresalió la fundación del grupo de publicidad y comunicación Media Planning Group, y por su dedicación a las instituciones culturales barcelonesas. Como mecenas, Rodés será sobre todo recordado por su papel clave en la consecución de la Olimpiada de Barcelona.
Las muestras de duelo por la muerte de Rodés se sucedieron durante toda la tarde de ayer. El abogado, licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona, seguía manteniendo una intensa actividad en la vida cultural y económica española. De hecho, desde el ámbito empresarial ayer se resaltaba que Rodés era uno de los grandes exponentes de la sociedad civil del país.
La carrera empresarial de Rodés estuvo muy vinculada al sector financiero y de la comunicación. El empresario formó parte en la década de los sesenta de los Consejos de Administración de Banco Central y Banco Vitalicio de España. En 1975 fue nombrado vicepresidente de Banco de Progreso —del grupo March—, cargo que ocuparía durante tres años, y entre 1988 y 2004 fue designado para la misma responsabilidad en Banco Urquijo. Rodés entró en el Consejo del grupo financiero mexicano Inbursa en 2008 en representación de CaixaBank, a cuyo órgano de gobierno se incorporó el año siguiente.
Su gran pasión como empresario fue la comunicación. “La publicidad ha sido mi vida”, decía en una entrevista en 2010. En 1978, Rodés creó Media Planning Group, empresa que en poco tiempo lideró la gestión publicitaria de España, Portugal y América Latina. Dos décadas después de su fundación, el grupo firmaba en París una alianza con la francesa Havas. Esta aportaba su implantación en EE UU y permitía alumbrar la segunda agencia mundial en distribución de espacios publicitarios. Rodés fue también consejero de PRISA TV.
Esa habilidad por las relaciones públicas fue la que lo llevó a viajar por medio mundo para promocionar la candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos de 1992 junto a su amigo Juan Antonio Samaranch y el entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. Ese charme, cuentan en su entorno, fue fundamental para que los miembros del Comité Olímpico Internacional se enamoraran de la capital catalana. A casi todos y cada uno de ellos Rodés abrió las puertas de su casa para darles a conocer una Barcelona que estaba a punto de vivir su mayor transformación y convertirse en una de las marcas más celebradas del mundo.
Empresa Familiar y MACBA
El sueño olímpico fue una de las grandes ilusiones del abogado. Sin embargo, sus allegados dicen que tenía dos debilidades más: el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Rodés fue el primer presidente del IEF, que fundó en 1991 junto a varias familias españolas que llevaban tiempo madurando esa idea a raíz de una conferencia del profesor de Harvard Renato Taguri en Davos sobre la industria familiar. El proyecto, impulsado también por el exvicepresidente del Gobierno Narcís Serra, quería paliar la inacción de la patronal CEOE, de modo que en su primer año de andadura ya elaboró una propuesta de medidas fiscales que llevó al expresidente Felipe González. Desde el IEF fue luego uno de los impulsores del Consejo Empresarial de la Competitividad.
Rodés se implicó a fondo en el mecenazgo, cuya promoción y consideración creía que era uno de los grandes suspensos de la Administración española. Su compromiso hizo que no dudara en arremangarse para enderezar junto a Mariona Carulla la crisis del Palau de la Música tras el escándalo protagonizado por Fèlix Millet. Rodés también presidía la Fundación MACBA y era patrono de la Universidad Ramon Llull y el Gran Teatre del Liceu.
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