La red mafiosa china ganó casi 11 millones en un año

La red mafiosa china desarticulada el miércoles por la Guardia Civil en Barcelona ganó 10,8 millones en un año. Su máximo dirigente dirigía las tres ramas criminales del grupo, el tráfico de seres humanos, la explotación sexual y el tráfico de drogas, desde un negocio aparentemente legal, una agencia de viajes. A través de la compañía, movía a las personas desde China hasta Barcelona.

Tanto él como el resto de los 18 detenidos forman parte del mismo linaje familiar, originarios de la provincia china de Fujian. Esto era una garantía de fidelidad y hermetismo de los integrantes de la red, y de la confidencialidad sobre sus presuntos negocios ilícitos, según ha explicado en rueda de prensa el comandante jefe de la Policía Judicial de Barcelona de la Guardia Civil, Daniel Baena.

Para llegar hasta Barcelona desde China las víctimas contraían una deuda de 30.000 euros, y pagaban una parte al iniciar el viaje y la parte restante cuando ya estaban en destino. Una vez en la capital catalana, la red llevaba a sus compatriotas a unos pisos patera. Las víctimas tenían la opción de quedarse en Barcelona, o viajar al Reino Unido, Italia, Francia, Irlanda, Suiza o incluso al Canadá con documentación falsificada.

Para pagar la deuda, las mujeres que se quedaban en Barcelona eran explotadas sexualmente en pisos propiedad del clan. La Guardia Civil calcula que podían mover entre 15 y 30 mujeres al mes. En el caso de los hombres que seguían en la ciudad, eran explotados laboralmente en varios negocios controlados por la red.

La investigación, que ha durado un año, se ha hecho en coordinación con otros policías del resto de países europeos afectados, donde se han detenido 40 personas más. En los 11 cacheos que se realizaron en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet, los agentes encontraron una veintena de mujeres. Algunas de ellas –la Guardia Civil no ha especificado cuántas– se han acogido a la ayuda de una ONG.