Operación de la Guardia Civil contra la mafia china en Barcelona
Uno de los 20 detenidos ayer por la Guardia Civil controlaba el tráfico ilegal de mujeres desde Cataluña hasta Francia, Reino Unido, Holanda... Y Canadá
Desde un pequeño piso en la frontera borrosa entre Badalona y Santa Coloma, un solo hombre controlaba el trasiego clandestino de mujeres para obligarlas a prostituirse en países como Francia, Reino Unido, Holanda... y hasta Canadá, según han explicado a EL PAÍS fuentes de la investigación. Li, el presunto capo mafioso detenido ayer por la Guardia Civil, es el máximo responsable de una trama dedicada al tráfico ilegal de personas. Cataluña era, al mismo tiempo, punto de destino y de salida de cientos de personas procedentes de China que han sido víctimas de explotación sexual y laboral.
Poco antes de las seis de la mañana, un potente operativo policial —con una quincena de guardias civiles armados— irrumpió en el piso de Li, en la calle Circumval·lació de Badalona. Unas horas después, tras registrar la vivienda, los agentes se lo llevaron detenido. Está acusado de favorecimiento de la inmigración ilegal y proxenetismo junto a algo menos de veinte personas que también fueron arrestadas, en Barcelona y el área metropolitana, en un operativo dirigido por el Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona.
Los investigadores han logrado, esta vez, subir un peldaño más en el escalafón de los grupos organizados de origen chino y han detenido a los encargados de diseñar las rutas de acceso al país desde China y a través de las fronteras europeas. Las conversaciones telefónicas interceptadas por orden judicial muestran las conexiones internacionales de Li y sus colaboradores.
La Guardia Civil practicó, por orden judicial, una decena de registros en pisos y locales comerciales en un operativo en el que participaron cerca de un centenar de agentes. Los registros fueron simultáneos para evitar que los miembros de la red pudieran avisarse entre sí y darse a la fuga. Los agentes registraron, entre otros, el entresuelo de un bloque de viviendas situado en el número 119 de la calle de Alí Bei de Barcelona, donde varias mujeres sin papeles ejercen la prostitución.
La red diseñaba las rutas de acceso a Cataluña desde China
A las 5.30 horas, un grupo de jóvenes asiáticos charlaba en plena calle frente al prostíbulo. Los chicos esperaban a un amigo que estaba dentro del local, pero se evaporaron en cuanto vieron llegar a la Guardia Civil. Unas diez mujeres dormían a esas horas en el interior del local, que carece de ventilación y ocupa la sede de una antigua empresa cuyo logotipo sigue en las vidrieras del entresuelo, visible desde la calle. Hacia las 9.30 horas, los agentes salieron del burdel con tres personas (dos hombres y una mujer) detenidos. Una decena de chicas que, presumiblemente, ejercían la prostitución, quedaron en libertad y salieron por su propio pie. Los agentes del instituto armado se llevaron, entre otras cosas, dos bates de béisbol metálicos.
El local de Alí Bei se anuncia, desde principios de año, en internet: “Hola cariño, varias chicas orientales, japonesas, chinas, asiáticas te estamos esperando en sitio discreto y bonito junto a la Estació del Nord. Somos guapas, delgadas, con muy buen cuerpo y jovencitas”. Los responsables del prostíbulo precisan que el local está abierto “las 24 horas” y que el servicio cuesta unos 60 euros la hora.
La investigación de este grupo se ha prolongado durante casi un año. El juzgado autorizó intervenciones telefónicas que han permitido acreditar diversos delitos: tráfico de seres humanos, proxenetismo, tráfico de drogas y falsedad documental, entre otros. Los pinchazos han revelado, además, el modo de vida de los presuntos jefes de la mafia china. Según fuentes de la investigación, los capos de la red alquilaban locales de karaoke en Barcelona para organizar fiestas donde jugaban de forma clandestina y consumían drogas.
El Cuerpo Nacional de Policía desarrolló también ayer, en paralelo, otra operación contra un grupo organizado de origen chino también en Barcelona en la que fueron detenidas otras diez personas.
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