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Reus ya no conecta con España

El aeropuerto pierde hoy la última destinación española que conservaba

Marc Rovira
Imagen de archivo del aeropuerto de Reus con mostradores vacíos.
Imagen de archivo del aeropuerto de Reus con mostradores vacíos.Josep Lluis Sellart

Ryanair deja de ofrecer desde hoy el vuelo Reus-Palma de Mallorca. Los últimos billetes de ida se venden a 151 euros la tarifa básica, 195 euros la business, pero el viajero que lo pueda pagar se tendrá que buscar la vida a la hora de regresar. El anuncio "No disponible" se repite cuando se intenta comprar un billete de vuelta a partir del 1 de julio.

Con la supresión del enlace con las Baleares, el aeropuerto tarraconense pierde el último destino que le quedaba dentro del Estado español. Hasta nuevo aviso, se convierte en una infraestructura fundamentalmente apta para turistas. La eliminación del vuelo a Palma rellena de plomo las alas de un aeródromo que el año pasado perdió 121.000 pasajeros y quedó muy por debajo del millón de usuarios (850.000, un 12% menos que en 2013). El progresivo adelgazamiento de operaciones que ha registrado la instalación deja lejos y difícilmente recuperables los 1.700.000 pasajeros que pisaron la terminal durante 2010. De todas formas, no hace falta conocer las cifras para acertar a atisbar que el aeropuerto de Reus es un páramo.

Un vistazo al panel que anuncia las próximas llegadas constata que quedan muchos espacios por llenar. El luminoso es un coto privado de las Islas Británicas. Glasgow, Dublín, Belfast y Edimburgo son, junto con el modesto aeropuerto de East Midlands, situado al lado del circuito de Donnington, en Leicestershire, las únicas rutas que se anuncian con periodicidad. Manchester, Leeds, Londres, Cork y Newcastle son otras opciones para salir volando desde Reus siempre y cuando la prisa no aceche porque la regularidad de los vuelos no es, ni mucho menos, diaria. Lo mismo pasa con las conexiones con Bruselas, Eindhoven y Frankfurt.

Ryanair asegura que gestiona el 55% de las operaciones que se hacen en Reus y recientemente ha anunciado que, durante la campaña de invierno, mantendrá dos rutas a Londres Stansted y Eindhoven. Dos frecuencias semanales que, según la aerolínea, permiten transportar a más de 315.000 pasajeros al año y mantener 315 puestos de trabajo en el aeropuerto tarraconense.

En la terminal 1 de Reus hay dos bares, uno en cada punta. Entre los dos, suman más personal que clientes. La tienda de regalos y artículos de prensa permanece cerrada. En la oficina de información se ofrecen bonitos impresos de los encantos de la Costa Daurada, del Delta de l'Ebro y de los puntos más turísticos de Cataluña. No se puede decir que haya mucha pelea por obtener un ejemplar. "Pongo los que están editados en francés y en inglés, pero ni así los cogen", indica la persona que atiende desde el otro lado del mostrador.

Una breve fila de taxis aguarda junto a las puertas acristaladas de salida. La hilera se asemeja más a la cola de un semáforo que a la zona de espera de un aeropuerto. Todos lucen una rosa roja en la puerta. Son taxis de Reus, los únicos que están autorizados para cargar pasajeros. Lluís, taxista veterano, indica que son más de lo normal porque está a punto de llegar un vuelo. Dos compañeros suyos fuman mientras aguardan posibles clientes y saltan como un resorte cuando se les interroga sobre cómo va la faena. "¿No lo ves que aquí no hay nada?", responde uno. El otro, un poco más explícito, lamenta que "se lo han llevado todo a la capital, todo a Barcelona. Centralismo puro", denuncia. Añoran los días en que llegaban "20 vuelos diarios". "Ahora cuatro o cinco al día y ya está. Unos pocos más cuando hay chárteres", cuentan antes de tirar el cigarro al suelo y ponerse en guardia cuando las puertas se abren.

"De Glasgow", indica un hombre de piel lechosa y cargado de pecas cuando, deslumbrado tras recibir los primeros rayos de sol, se le pregunta de dónde vienen. Muchos arrastran maletas pero pocos entran en los taxis. Se lanzan directos hacia los autocares que les esperan al otro lado del paso de cebra. Los buses van decorados a partes iguales con propaganda de Andorra y del nuevo espectáculo que el Cirque de Soleil ofrece en Port Aventura. Para ellos las vacaciones ya han empezado. En el aeropuerto de Reus la inactividad no es solo temporal.

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