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Improvisación, imputaciones y ceses debilitan a Manuela Carmena

La crisis de los tuits, la petición de dimisión del PSOE a la portavoz municipal y la rectificación de algunas medidas ponen en cuestión a la nueva alcaldesa de Madrid

Carmena, esperando ayer en un semáforo de la capital.
Carmena, esperando ayer en un semáforo de la capital.DANI POZO (AFP)

Apenas cuatro días al frente de la alcaldía de Madrid han bastado para debilitar el Gobierno de Manuela Carmena, asediada por la crisis abierta por los tuits ofensivos vertidos hace años por algunos de sus concejales, que le han costado el cargo de responsable de Cultura a Guillermo Zapata; cuestionada por la imputación de su portavoz, Rita Maestre, por un presunto delito contra los sentimientos religiosos, por el que el PSOE pide su dimisión; y minada por sus rectificaciones y la improvisación en propuestas propias o incluidas en su programa.

“Estamos trabajando y deseando contaros frutos de nuestras primeras gestiones. El cambio lleva su tiempo”, tuiteaba ayer por la mañana la alcaldesa, que además aseguró que había frenado con sus gestiones un desahucio. Hoy se reunirá con trabajadores sociales para concretar sus primeras medidas.

Pero tiempo es justo lo que no ha tenido: tomó posesión el sábado a mediodía, nombró a su Gobierno a las cuatro de la tarde y, antes del anochecer, ya estaban en cuestión dos concejales por sus tuits en tono jocoso pero insultante contra judíos, políticos y víctimas del terrorismo. Carmena calló durante el domingo, y el lunes adoptó, según dijo, de común acuerdo con sus ediles, una decisión que no dejó contento a nadie: a las cuatro de la tarde, Zapata dejaba el cargo de concejal de Cultura pero no su acta ni la presidencia del distrito de Fuencarral-El Pardo (233.000 habitantes). Pablo Soto se mantuvo al frente del área de Participación Ciudadana.

Anocheció y estalló la siguiente crisis: la Fiscalía de Madrid solicitó en 2014 un año de prisión para la portavoz, Rita Maestre, por un presunto delito contra los sentimientos religiosos. Será juzgada por entrar en marzo de 2011 en la capilla de la Universidad Complutense “con ánimo de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y del colectivo católico”, según el escrito desvelado ayer por La Razón. Maestre defendió que fue un acto “pacífico” que no organizó ella, y no ve pues motivos para dimitir. Pero el líder municipal socialista, Antonio Miguel Carmona, se apresuró a recordar: “Si eres imputado tienes que dar un paso atrás y mantenerte en la reserva hasta que salga la sentencia y, después, si sale favorable, recuperar la función”. Carmona sostiene con sus votos a la alcaldesa, pero está en una situación delicada porque Esperanza Aguirre (PP) no solo le hace responsable a él de los errores del Gobierno local, sino que los usa además para atacar al secretario general socialista, Pedro Sánchez.

Cuatro días agitados

Investidura. Manuela Carmena logró 20 de los 57 ediles en las elecciones de mayo. El sábado se convirtió en alcaldesa de Madrid con el apoyo de los nueve concejales de Antonio Miguel Carmona (PSOE).

La crisis de los tuits. Nombró Gobierno el sábado, y solo horas después trascendieron mensajes escritos en Twitter en 2011 por algunos concejales en tono jocoso pero insultante contra judíos, políticos o víctimas del terrorismo. El edil de Cultura, Guillermo Zapata, dimitió el lunes pero mantiene el acta. Pablo Soto, concejal de Participación, se mantiene.

La portavoz, imputada. Rita Maestre se sentará en el banquillo por un delito contra los sentimientos religiosos. El PSOE pide su dimisión por el "asalto" a una capilla en 2011.

La incertidumbre ante el nuevo Gobierno municipal se acrecentó con las rectificaciones de la propia Carmena tanto del programa de Ahora Madrid como de sus propias propuestas. Sobre el primero, aseguró a Europa Press que “es un conjunto de sugerencias”, que “no todas se pueden entender como presupuestos de implicación programática activa”. Entre las iniciativas que no planea llevar a cabo está la creación de un banco público municipal. Un informe de Hacienda publicado ayer por EL PAÍS calificaba ese plan de “error” y “disparate”, porque precisaría “entre 10.000 y 20.000 millones” (el presupuesto local son 4.388 millones). Según dicho informe, dar “préstamos como si fueran subvenciones lo quebraría”, y el Ayuntamiento carece de competencias y precisaría del plácet del Banco Central Europeo.

Carmena admitió ayer: “El programa se fue construyendo poco a poco, se incluyeron muchas sugerencias y cuando asumí la candidatura dije desde un primer momento que lo entendía como un conjunto de sugerencias”. La candidatura de Ahora Madrid se conformó al tiempo que el programa: la una mediante elecciones primarias, el otro con aportaciones ciudadanas recopiladas y debatidas en Internet. “Insistí mucho en hablar de los grandes objetivos. Después habrá medidas que se llevarán a cabo o no, porque lo importante es que se ajusten a los objetivos como igualdad, anticorrupción, transparencia”, recalcó.

El programa de Ahora Madrid aboga también por reestructurar la deuda municipal (5.892 millones), llegando incluso a quitas selectivas. Hacienda afirmaba en su informe: “Plantean abiertamente el impago. Nadie más financiaría a Madrid o a España, quebrando y sumiéndola en la miseria”. Ayer, Carmena precisó que “si se ha podido pagar, se va a seguir pagando”. “Y después, habrá que ver si se puede llegar a acuerdos con las entidades acreedoras, a algún tipo de compensación. Dependiendo un poco de la situación, se pueden buscar alternativas de quitas, hay que hablar con los técnicos”.

En la misma entrevista proponía además que fueran cooperativas de madres las que se encargaran de la limpieza de colegios e institutos, en lugar de empresas. Tras las críticas de PSOE y sindicatos, precisó por la tarde en Twitter que la propuesta incluye “a madres y padres”.

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