PSC y Esquerra rivalizan en su oferta de títulos de transporte público
Los candidatos proponen reducción de los precios y premiar la frecuencia
Los socialistas catalanes y Esquerra Republicana lanzaron ayer sus propuestas de campaña para reducir el coste de los títulos de transporte público.
Si hace unos días el alcaldable socialista Jaume Collboni se comprometía a rebajar la T-10, el título más utilizado, a 8,95 euros, uno menos que el coste actual, ayer le tocó a la T-Mes. En un acto con trabajadores de TMB en las cocheras de la Zona Franca, Collboni afirmó que la tarifa podría ajustarse a 42,50 euros, diez euros menos que ahora. Con esa propuesta la T 50/30 —50 viajes en 30 días— desaparecería. Y si la rebaja de la T-10 supondría un coste para el sistema de 25 millones de euros anuales, el recorte de la T-Mes costaría una aportación extra anual de 6,5 millones.
“Se trata de fidelizar y promover el transporte público que para nosotros es fundamental y prioritario”, afirmó Collboni que, de paso, se manifestó radicalmente en contra de privatizar el bus turístico porque es una de las líneas más rentables “y garantiza que los ingresos que aporta reviertan en el sistema público”. Una idea que, según el candidato socialista, ya está barajando el equipo de gobierno de Trias que ya ha privatizado —con el apoyo del PP— los aparcamientos municipales, otra decisión fuertemente criticada por la oposición socialista en el actual consistorio.
Por su parte, el alcaldable de ERC, Alfred Bosch, no está a favor de reducir el precio del transporte público a todos los usuarios, como se ha aprobado este año gracias a un acuerdo entre CiU y el PSC, ya que esto significa que la financiación con dinero público de los viajes que hacen los turistas y las personas que acostumbran a moverse en transporte privado y que, solo de vez en cuando, bajan al metro. Las rebajas, para Bosch, deben ser solo para los que más usan el transporte público o para las personas que necesiten una ayuda.
Premiar la frecuencia
El mejor sistema es crear una nueva tarjeta personal, la T-Mobilitat, en la que quede registrado el número de viajes de cada usuario para poder rebajar el coste a las personas que más lo utilizan. “Estamos convencidos que si premiamos la frecuencia aumentará el uso y podremos reducir la utilización del transporte privado”, dijo ayer. Este sistema permitiría aplicar, de forma automática, descuentos en función del uso. La T-Mobilitat sería gratis para las personas que “no reciben ninguna prestación”, según Bosch y aplicaría rebajas “a colectivos como la gente mayor o la gente joven”.
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