Prostitución: ¿qué dicen los partidos?
Las formaciones que compiten en Barcelona se pronuncian sobre la regulación o abolición del trabajo sexual y si hay que multar
La prostitución es un tema recurrente en las campañas electorales de contiendas municipales. Ante las elecciones del día 25, los partidos rivales en Barcelona responden a dos preguntas sobre la prostitución: si abolición o regulación de la actividad; y si mantendrían las multas.
¿ABOLICIÓN O PROSTITUCIÓN?
Sobre el marco legal, el único partido netamente partidario de la abolición es CiU (entiende que supone desigualdad de las mujeres) y el único que apuesta netamente por la regulación es la CUP, que asume las demandas del lobby del sector, la Asamblea de Activistas Pro-Derechos sobre el Trabajo Sexual de Cataluña. ERC afirma que el escenario ideal es la abolición, pero que ante la “incapacidad del Estado” de regular, habría que regular para legalizar la situación de las trabajadoras. Barcelona en Comú y Ciutadans se decantan por la regulación de la actividad siempre que sea voluntaria. El PSC alerta de que la prohibición se ha revelado “ineficaz” y que la regulación tampoco es la solución porque la mayoría de las mujeres no ejerce libremente. El PP no responde directamente, pero apuesta por la reinserción de las prostitutas.
CiU. La federación entiende que la prostitución es fruto de las desigualdades existentes entre hombres y mujeres. "Como sociedad no nos podemos permitir que haya mujeres en esta situación de vulnerabilidad y nuestro modelo es abolicionista", manifiestan. Mientras, son partidarios de atender a las mujeres y ofrecerles alternativas de inserción sociolaboral y luchar contra proxenetas y explotadores.
PSC. El partido opina que la prostitución no se puede considerar una profesión porque es una explotación sexual que padecen las mujeres y que hay que perseguir a proxenetas y a clientes. El candidato, Jaume Collboni, no cree que la prohibición sea la receta porque en países como Suecia se ha demostrado "ineficaz". El candidato explica que su pensamiento sobre el tema ha evolucionado y que hace unos años sí compartía la tesis de la regulación pero que ahora se opone porque entiende que "la mayor parte de las mujeres que la ejercen no lo hacen libremente, sino obligadas por proxenetas o en redes de explotación".
PP. El partido asegura que reforzará el papel de la Agencia ABITS (para el abordaje integral del trabajo sexual) para consolidar su tarea de conseguir la reinserción social y laboral de las mujeres que quieren dejar la prostitución.
Barcelona en Comú. La formación distingue entre la prostitución que se ejerce bajo un régimen de trata de personas ("un fenómeno inaceptable que hay que combatir con firmeza porque vulnera los derechos humanos", afirma la coalición); y la prostitución no forzada, sobre la que apuesta por una política "que garantice los derechos de las mujeres que ejerzan y permita mejorar sus condiciones".
ERC. La postura ideal es la abolición, dicen, "porque la prostitución vulnera los derechos y la dignidad de la persona". Con este punto de partida aseguran que "dado que el Estado es incapaz de regular la actividad" y no se puede dejar la actividad en la alegalidad "que deja el sector en manos de mafias y a la mujer desamparada, habría que regular la actividad para que se pudieran dar de alta en la Seguridad Social. Los fondos que se recaudaran, proponen, se podrían destinar a facilitar el abandono de la actividad de las mujeres que quisieran.
CUP. La formación tiene muy clara la postura sobre la prostitución: regulación. La número dos de Capgirem Barcelona, Maria Rovira, defiende que la regulación es la única vía para garantizar los derechos de las trabajadoras y asegura que su trabajo es igual que el de cualquier otro trabajador que utiliza su cabeza o sus manos. "Ellas utilizan su cuerpo, tiene todo el derecho a hacer lo que quieran con él".
Ciutadans. La formación propone la incorporación en el régimen de autónomos de las prostitutas que "quieran dedicarse de forma profesional y voluntariamente". La razón que esgrimen es garantizar seguridad jurídica y pagar impuestos "para tener garantizado un futuro y cumplir con las obligaciones sanitarias, laborales y de ordenación".
¿MULTAS? ¿A QUIÉN?
Sobre las multas todos coinciden en que no hay que multar a las mujeres. CiU, Ciutadans y ERC apuestan por multar a clientes (y ERC proxenetas).
CiU. El objetivo de la formación es seguir multando a los demandantes de servicios sexuales remunerados y de sus promotores, cerrar los locales y pisos que ofrecen estos servicios sin licencia y minimizar la presencia de locales que promueven esta actividad en la ciudad.
PSC. El partido se opone "rotundamente" a sancionar a las mujeres que la ejercen en la vía pública y sostiene que a quien si hay que multar es al cliente: "A las mujeres la administración debe acompañarlas en el proceso de buscarse otra forma de ganarse la vida".
PP. Son partidarios de incluir propuestas para el control y la erradicación de la prostitución en las calles de la ciudad y los locales donde se vulneren los derechos fundamentales de las mujeres.
Barcelona en Comú. No a las multas. "Derogarlas porque son un instrumento ineficaz que acaba perjudicando a las mujeres que ofrecen esta actividad en la vía pública".
ERC. "En ningún caso debe multarse a las prostitutas porque muchas veces son víctimas", afirma la formación y añade: "Si se quisiera avanzar hacia la abolición como en Suecia, se podría multar al cliente y al proxeneta".
CUP. El partido apuesta por la retirada de multas tanto a los clientes como a las trabajadoras sexuales. "Multarlas a ellas y a los clientes que solicitan sus servicios solo estigmatiza y criminaliza a las trabajadoras del sexo", afirma la número dos.
Ciutadans. Entienden que sancionar a las mujeres que ejercen la prostitución "no ha dado ningún resultado". Su propuesta es sancionar a los clientes "más duramente y que se enfrenten a penas más duras".
Información elaborada por Clara Blanchar, Blanca Cia, David García, Pere Ríos, Jordi Mumbrú, Clara Gil y David F. Guerrero.
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