Colau adelanta a Trias en la pugna por Barcelona

La campaña que comenzó ayer abrió una de las batallas más disputadas que afronta Barcelona desde la recuperación de la democracia y en la que al eje izquierda-derecha se suma el debate soberanista. En 2011, tras 32 años de alcaldías de izquierdas, el convergente Xavier Trias se hizo con la vara de alcalde medio año después de que Artur Mas recuperara para CiU la presidencia de la Generalitat en el otro lado de la plaza de Sant Jaume. Cuatro años más tarde, la irrupción de la candidatura Barcelona en Comú (BComú) que encabeza la activista Ada Colau —y que cuenta con Iniciativa, Podemos y Procés Constituent— ha sacudido el panorama y se ha convertido en la principal rival del Trias. La encuesta del CIS de ayer otorga 11 concejales a BComú y ocho a CiU, que perdería seis en un plenario con 41 regidores.

De todos los publicados, el sondeo del CIS es el que otorga una mayor victoria a Colau: el resto apuntan a empates o victorias ajustadas. En cualquier caso, dibujan un escenario en el que la lista más votada deberá buscar complicadas alianzas si no quiere gobernar en minoría. Según el CIS, Ciutadans sería la tercera fuerza e irrumpiría en el Plenario con seis asientos. El PSC sería la cuarta fuerza, bajando de 11 a cinco. ERC doblaría los dos actuales hasta cuatro y el PP bajaría de los nueve que tiene ahora a cuatro. La CUP lograría tres ediles.

Los resultados del 24-M se interpretarán inevitablemente como primera vuelta de las autonómicas del 27-S. Para el soberanismo, no será lo mismo ganar en la capital que no hacerlo. Ni que Ciutadans entre con fuerza o lo haga con timidez. Los sondeos dibujan un panorama lleno de incertidumbres: desde que gobierne la lista más votada en minoría hasta complejísimas alianzas. Según el CIS, un cuatripartito de izquierdas (BComú, PSC, ERC y CUP) lograría la mayoría absoluta.

Para la cita en las urnas, el PSC, en caída libre, confía en Jaume Collboni, que dejó su escaño en el Parlament al ganar las primarias del partido y lleva meses de intensa campaña. Reivindica la herencia de los gobiernos de izquierdas y apuesta por una coalición en el mismo sentido, aunque en el tramo final del mandato aprobó el presupuesto a Trias a cambio de un plan de rescate social y de la rebaja de la T-10. El PP cuenta con el veterano Alberto Fernández Díaz, que se presenta por cuarta vez como primero, probablemente la última, admite. Las encuestas no le dan un buen resultado, pero él recuerda que en Barcelona el PP ha mantenido una trayectoria ascendente y augura que, en un Consistorio fragmentado, serán decisivos. Pero descarta pactar con Trias por la cuestión soberanista.

Tras su fracaso en 2011, dos partidos intentarán entrar en el Plenario. El 24-M coge a Ciutadans en el momento de mayor popularidad. Su candidata, la ex PP Carina Mejías, esta semana no ha tenido reparo en afirmar que prohibiría la convocatoria soberanista de la Diada. También repite intento la CUP, que se descolgó de la alianza de Colau y concurre en solitario. El partido revelación del Parlament, que tiene a David Fernández (independiente), como diputado más valorado, ha elegido candidata a Maria José Lecha.

ERC, no puede sino mejorar su resultado tras un mandato con solo dos concejales: el veterano Jordi Portabella y Joan Laporta, expresidente del Barça. Un tándem a quien muchos no auguraban un gran futuro pero ninguno de los dos ha faltado a ninguna cita durante el mandato. El alcaldable de ERC es el diputado Alfred Bosch: apoyado por el aparato del partido, superó en primarias al diputado Oriol Amorós. Bosch cuenta en su lista con fichajes como el del actor Juanjo Puigcorbé (en el número dos) y reivindica una Barcelona capital de una futura republicana catalana.

Trias ha sido quien más ha esperado para entrar en campaña. Ha presumido de obra de gobierno hasta el límite de que la Junta Electoral le advirtió que está prohibido hacerlo tras la convocatoria oficial del 24-M. El convergente basará su campaña en explicar su legado, presumir de equipo (repite la lista del número 1 al 21), de haber pactado con todo el mundo (salvo con Iniciativa), e insistir en los proyectos pendientes. Hará una campaña en positivo y asegura no habrá fotos suyas sino ilustraciones. Tras la experiencia de gobernar en minoría, Trias no se cansa de pedir un Gobierno fuerte. Hasta hace poco manifestaba que sería un éxito repetir resultado: 14 concejales. Pero ha subido el listón y aspira entre “15 o 16”.