Sanidad cambia de médico o enfermero a un millón de pacientes
La Comunidad mueve a 5.000 sanitarios por oposiciones y traslados antes de las elecciones
Si no ha ocurrido ya, lo comprobará en los próximos días. Es muy probable que al acudir a su centro de salud vea que su médico de familia, el pediatra de sus hijos o la enfermera que le atiende ya no son los mismos. Centenares de miles de pacientes cambiarán de profesional sanitario en atención primaria como resultado del mayor movimiento de personal que ha vivido la región en los últimos años. La Comunidad está ofertando a los ganadores de oposiciones y de concursos de traslados unas 5.000 plazas, tanto en atención primaria como en los hospitales, lo que quiere decir que quienes las ocupaban de manera eventual abandonan sus puestos.
La Consejería de Sanidad está acelerando el proceso de incorporación de estos profesionales para que dejarlo zanjado antes de las elecciones del 24 de mayo. En este relevo multitudinario confluyen dos procesos paralelos: un concurso de traslados para 1.371 profesionales fijos —es decir, que ya tienen plaza en el sistema nacional de salud— y una oposición de 3.535 plazas, el grueso de ellas de enfermeras y auxiliares. El efecto colateral es que muchos sanitarios —aún no se sabe cuántos— están siendo desplazados a medida que los titulares de las plazas van tomando posesión y hasta que se conozca cuántas vacantes quedan para recolocarles. Sanidad asegura desconocer aún cuántos pacientes se verán afectados por los cambios.
“Son procesos masivos, pero estamos intentando que haya el mínimo número de movimientos y los mínimos desplazamientos”, señala Armando Resino, director general de recursos humanos de la Consejería de Sanidad. Resino asegura que no están detectando problemas en este proceso. Sin embargo, sindicatos y plataformas de sanitarios denuncian la precipitación y la escasa información que están recibiendo los afectados.
El caso de V. L., enfermera que llevaba tres años como eventual en un centro de salud del norte de Madrid, ejemplifica alguna de esas críticas. Señala que en el sector se esperaba que las incorporaciones de los nuevos sanitarios se produjeran en octubre, pero “todo se ha precipitado de una semana para otra”. Como decenas de compañeras suyas se enteró de su cese a través de un SMS enviado por la Seguridad Social. En su caso, el mensaje llegó el 16 de abril y le informaba de que estaba de baja desde el 14. “No lo sabían ni el director de mi centro ni mi superior de enfermería”, asegura. Llamó a la gerencia y preguntó si había trabajado dos días sin estar de alta. “Te habrán hecho otro contrato, me respondieron”. No lo sabían con certeza. Efectivamente, otro SMS recibido el día 17 le decía que estaba de alta desde el 15. “El trato que nos están dando es denigrante”, protesta.
Desde que la destituyeron, V. L. asegura que lleva ya tres contratos de días sueltos —“lo hacen así para no pagarnos los fines de semana”— para formar a la enfermera que la sustituirá. Está aprovechando para despedirse de sus pacientes. “En mi centro nos vamos el 80% de los sanitarios, tanto médicos como enfermeros”, afirma. Según los datos que manejan los enfermeros eventuales, se marchan 400 y solo hay 180 plazas vacantes, por lo que muchos no van a poder ser recolocados. La Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (Semap) calcula que 1,4 millones de ciudadanos cambian de enfermera.
En el caso de los médicos, este proceso implica que hay 300 de familia y 119 pediatras que ganan plaza fija; 354 traslados de médicos de familia y 124 de pediatría. En total, se mueven cerca de 900 facultativos, pero tal y como recuerda Ana Giménez, del sindicato médico Amyts, se calcula que más de un 20% de los aprobados se quedará en su actual puesto de trabajo; otros pedirán excedencia, con lo que el interino podrá continuar, etcétera. "Es imposible dar cifras exactas", asegura. "Este proceso es positivo. Los estatutarios tienen derecho a la movilidad", señala Giménez. "Muchas veces al paciente le viene bien cambiar de médico, sobre todo si este quiere irse".
Dos procesos
El movimiento de 5.000 profesionales sanitarios responde a dos macroprocesos simultáneos: un concurso de traslados y una oposición.
Las plazas de traslados en atención primaria se reparten así: 354 médicos de familia, 122 pediatras, 682 enfermeras, 101 auxiliares de enfermería, 60 matronas y 52 fisioterapeutas.
Las plazas del concurso oposición, en total 3.535, son estas: 300 médicos de familia, 119 pediatras, 1.570 enfermeras, 1.300 auxiliares de enfermería, 100 matronas y 146 fisioterapeutas. Los puestos de enfermeras y auxiliares se concentran en los hospitales. Según Sanidad, la eventualidad queda ahora por debajo del 10%.
“Como consecuencia de estos plazos tan apretados, algunos trabajadores han vivido incertidumbre y desinformación”, señala José Manuel Freire, secretario general del sindicato de enfermería SATSE, que recuerda que todo este movimiento de personal no crea empleo nuevo, sino que únicamente lo estabiliza. “Para cumplir las ratios de personal, solo en atención primaria debería haber 2.000 enfermeras más”, pone como ejemplo. Las plazas del concurso de oposición que se están ocupando ahora pertenecen a una oferta pública de empleo de 2009, que se convocó en 2012 y se está resolviendo este mes. Entre 2010 y 2014 no se ha convocado ni una sola plaza nueva.
El director general Resino niega que haya desinformación. Asegura que todos los sanitarios eventuales sabían que su plaza iba a ser ocupada por otra persona y que cesarían. Lo que ha ocurrido, dice, es que hay cinco días de plazo para comunicar a la Seguridad Social los ceses y las altas, y por eso algunos avisos han llegado tarde.
La Plataforma de Enfermería de Atención Primaria denuncia lo que califica de “maltrato a los profesionales”. “Se ha producido, una vez más, una clarísima improvisación por parte de la Consejería y una falta de información a los profesionales afectados”.
El caso de la enfermería tiene algunas particularidades, como el hecho de que para obtener una plaza en un centro de salud no se tenga en cuenta la especialización. El Ministerio de Sanidad convoca cada año el examen de Enfermeros Internos Residentes (EIR), el equivalente al MIR de los médicos. Es una oposición a la que se presentan cada año alrededor de 15.000 enfermeros para aspirar a una de las 900 plazas de formación en una de las siete especialidades que hay: ginecología, salud mental, geriatría, pediatría, quirúrgica y familiar y comunitaria.
Esta última especialización, que se consigue después de aprobar la oposición y realizar dos años de residencia, puntúa menos a la hora de figurar en la bolsa de trabajo que haber trabajado en el sistema como enfermero no especialista, denuncian estas enfermeras. Una de ellas relata a EL PAÍS que está en el paro y que sus perspectivas laborales son escasas: “Que me llamen para cubrir un día en un centro de salud o, como mucho, 15 días para formar a las enfermeras que se incorporan en los traslados procedentes del hospital, porque para enseñarlas sí que buscan especialistas. Curioso que para unas cosas valgamos y otras no”.
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