Los Reyes despiden a las víctimas de la tragedia de los Alpes
El cardenal Sistach se negó a una ceremonia interreligiosa alegando que la mayoría de los muertos eran católicos
Familiares de 52 de las 150 víctimas del accidente del avión de Germanwings, en los Alpes franceses, recibieron ayer el pésame de los reyes Felipe y Letizia en la ceremonia católica celebrada en la basílica de la Sagrada Familia. Uno de los momentos más emotivos del acto fue el protagonizado por los estudiantes del instituto Giola de Llinars del Vallès (Barcelona), que en la mañana del 24 de marzo se despidieron de 16 escolares y dos profesores alemanes con los que habían participado en un intercambio escolar. Los chicos depositaron 150 velas en el altar de la basílica de Gaudí. Medio centenar de familiares de los estudiantes fallecidos se trasladaron desde Alemania a Barcelona para participar en el funeral.
La misa comenzó poco después de las seis de la tarde y fue oficiada en castellano, catalán, francés, alemán, inglés y griego desde el presbiterio de la basílica. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, entre decenas de cargos públicos, acompañaron en la nave central al medio millar de allegados de las víctimas. El arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez Sistach, dedicó unas palabras también a “las víctimas del terremoto del Nepal y de las pateras en el Mediterráneo”.
El funeral estuvo precedido por la polémica después de que el cardenal Sistach alegara que la mayoría de las víctimas era católicas para negarse así a realizar una ceremonia interreligiosa como la que ofició el pasado 17 de abril el cardenal de Colonia, Rainer Woelki. De nada sirvieron las reuniones previas en las que el Gobierno central y la Generalitat solicitaron a Sistach abrir el funeral a otros cultos. La única concesión fue permitir que tres miembros de otras comunidades religiosas pronunciaran unos discursos tras la oración católica final y la bendición del arzobispo.
Tras la bendición fue el turno de los cultos no católicos. El primero en hablar fue el pastor evangélico Guillem Correa. Le siguieron los líderes de la comunidad judía y musulmana.
Entre la representación internacional destacó la presencia del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Harlem Desir, y la del jefe de la Cancillería Federal alemana, Peter Altmaier. También acudieron el presidente de Lufthansa, Carsten Sporh, y el director general de Germanwings, Thomas Winkelmann.
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