Los independientes ganan peso en el 24-M por el desprestigio de las siglas

La (no) noticia corrió como la pólvora en la tribuna de prensa del último pleno de Barcelona: el PP fichaba a la actriz Norma Duval para las municipales del 24 de mayo. Resultó ser una broma, pero hubiera podido ser verdad. Duval apoyó a los populares en 1993 y los partidos estaban en pleno fichaje de independientes para las candidaturas.

Se trata de una figura que gana presencia en las listas y que los expertos atribuyen al desprestigio que padece la política en la actualidad y a que las marcas de las formaciones “cotizan poco y buscan rebajar su carga”, en palabras del doctor en ciencia política Lluís Orriols. También alude a las dificultades de los partidos para reclutar candidatos entre sus cuadros y al “comportamiento excepcional ante un voto que en este momento es muy volátil”.

En el caso de Barcelona, son los partidos de izquierdas los que más han recurrido a candidatos sin carnet. “Estamos pasando de listas con independientes a listas de independientes”. Lo dice Joan Roselló, socio director de la consultora Public Affairs Experts, quien cree que los independientes llenan “el vacío de confianza en un contexto de nefasta percepción de la política”. No es el caso, con todo, de CiU y PP: huyen de lo que consideran “experimentos” y apuestan por la continuidad basada en la experiencia de sus actuales concejales.

El PSC cuenta con el arquitecto Daniel Mòdol en el número tres de la apuesta que lidera Jaume Collboni; a Joaquim Mestre (ex militante de ICV) en el seis, y cierra la lista, de manera simbólica, con el cineasta Albert Solé, hijo del exministro Jordi Solé Tura. En la candidatura de Esquerra no tienen carnet del partido nada menos que el número uno y el dos. Se trata del diputado en el Congreso Alfred Bosch y del actor Juanjo Puigcorbé, que se autodeclara “imán para los exfederalistas y maragallistas”. Tampoco militan en el partido independentista los dos nombres que cierran la candidatura, el ex militante y consejero de Educación socialista Ernest Maragall y el juez Santiago Vidal.

Pero el caso más significativo es el de Barcelona en Comú, la candidatura que encabeza Ada Colau y que aglutina al núcleo impulsor de Guanyem, Podemos, Procés Constituent e ICV-EUiA. En esta formación sólo hay dos candidatas en los puestos de salida que ocupan o han ocupado cargos públicos: la ex diputada en el Parlament y en el Congreso Laia Ortiz y la actual concejal Janet Sanz. El resto son expertos y/o activistas en el ámbito de justicia, economía, educación, medio ambiente o urbanismo, y también hay caras mediáticas o simbólicas, como el cantante Quico Pi de la Serra, la luchadora antifranquista Maria Salvo o el historiador Josep Fontana, que también cierran la candidatura.

“BComú es una candidatura ciudadana. Nuestro ADN es la gente que se organiza por un objetivo. Hay que priorizar las personas y los equipos profesionales plurales y expertos, sin hacer de la política su carrera profesional”, explican fuentes de la formación. Desde ERC recuerdan la línea del partido de “abrirse a la sociedad, a actores que han protagonizado su vida más allá de la política”. El mismo presidente de la formación, Oriol Junqueras, llegó al cargo como independiente. Estos aterrizajes, sin embargo, han provocado malestar entre algunos sectores de la militancia.

El cabeza de lista del PSC, Jaume Collboni, explica que han “huido del fichaje del famoso que luego puede marcharse” y defiende a Mòdol como la reafirmación “de la apuesta por un aspecto clave como es el urbanismo, contando con un profesional que ya ha trabajado en la ciudad”. El socialista subraya que siendo Mòdol número tres “será concejal seguro” y destaca también “lo bueno que es que haya profesionales que aporten aire fresco”.

En cambio, las listas de PP y CiU son casi calcadas a las de 2011. “No estamos por grandes fichajes, sino por experiencia, con los actuales concejales y consejeros de distrito, conocedores de los barrios con rigor y compromiso”, dice el jefe de filas popular, Alberto Fernández Díaz.

Joaquim Forn, primer teniente de alcalde y que repite como director de la campaña de Trias, afirma que pondrán “acento en el equipo: la gente que lleva cuatro años” y que no tienen “ningún miedo al continuismo”. Forn se muestra poco partidario de “fichajes mediáticos que no conocen la ciudad ni los temas”. La lista del alcalde sí cuenta en el último puesto con la presidenta de la asociación de vecinos de Trinitat Vella, un gesto simbólico. Y es que, tradicionalmente, CiU ha valorado mucho la disciplina, y la ha puesto en valor, y recela de los problemas de indisciplina.

Sobre si los independientes tienen el perfil necesario si llegan a formar parte de un ejecutivo municipal, el politólogo Lluís Orriols opina que sí. “Las elecciones no son oposiciones donde se valora el conocimiento, sino personas que puedan conectar y representar los intereses de los ciudadanos. Los electos pueden rodarse de técnicos para implementar sus ideas”, defiende. El consultor Joan Roselló explica que los partidos eligen independientes por proximidad a la ciudadanía, porque “evidencian menor sectarismo” y para “reforzar que se preocupan por determinados campos, como el urbanismo”.

Pero los fichajes también tienen riesgos: tensiones con la militancia, no tener libertad de opinión real, o el hecho de que el paso por la política pueda bloquear el futuro profesional.