Sánchez refrenda su apoyo a Carmona para acallar “los piques de campaña”

El secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, tuvo que refrendar este miércoles de nuevo su confianza en el candidato al Ayuntamiento de la capital, Antonio Miguel Carmona, envuelto en las últimas horas en una tormenta de verano sobre una supuesta falta de respaldo dentro de su formación. Sánchez aseguró en Castellón: “Estoy convencido de que Antonio va a ser un excelente candidato”, cita Efe.

Pero, tras dar “por supuesto” que cuenta con el apoyo de la dirección socialista, Sánchez añadió una explicación que resume la semilla de la polémica: “No puede regenerar ni renovar la vida política en Madrid quien no ha sido capaz de renovarse a sí mismo, y eso ha sido precisamente el Partido Popular, que a quien está ofreciendo como candidata es precisamente a Esperanza Aguirre”.

Si algo ha hecho en las últimas fechas el PSOE en Madrid, y en especial Carmona, ha sido renovarse a sí mismo a marchas forzadas. El pasado 10 de febrero, Carmona aseguraba en un acto informativo, sentado junto a Sánchez, que Tomás Gómez era “el mejor candidato posible” al Gobierno regional, y que ponía no una sino sus dos manos en el fuego por él pese a las informaciones sobre supuestas irregularidades en el tranvía de Parla publicadas por EL PAÍS. Sólo un día después, Sánchez apartaba a Gómez como secretario general madrileño y, poco después, como candidato a la Comunidad. Y, acto seguido, Carmona arropaba a Gómez en una durísima comparecencia contra Sánchez.

En las siguientes horas, sin embargo, Carmona maniobró para alejarse de Gómez sin repudiar a su “amigo del alma”. Logró así que el secretario de Organización, César Luena, asegurara: “Confiamos plenamente en Antonio Miguel Carmona como candidato a la alcaldía de Madrid”. La dirección socialista “comprendía” entonces la lealtad de Carmona a su amigo.

Pero eso era febrero. Han pasado dos meses, y esa lealtad sigue desembocando en declaraciones de apoyo a Gómez que sientan mal en el entorno del ahora candidato regional, Ángel Gabilondo. La semana pasada, Carmona aseguró que Gómez sigue siendo un activo para el Partido Socialista y “aún tiene sitio en política”. Aunque partan de la amistad, esas declaraciones escaman a quienes recuerdan que Sánchez se la juega con el resultado en Madrid después del golpe de mano de apartar a Gómez. Y escaman en Madrid, donde el partido lo lleva una gestora encabezada por Rafael Simancas, y se teme que Gómez esté esperando al día después de las elecciones para desestabilizar al partido.

Pero Carmona, que dice contar con el respaldo pleno de Sánchez y Luena, también se escama con episodios como el de la conferencia municipal celebrada el pasado fin de semana, que en principio debía cerrar su intervención, “como era lógico”, y en la que “sin ninguna explicación” fue relegado en una decisión a la que ahora el candidato quita importancia porque “no hubo mala intención”, fue “un malentendido sin importancia”. Carmona logró en cualquier caso salir retratado, como Gabilondo, junto a Sánchez y al expresidente del Gobierno Felipe González.

Pero su enfado trascendió a los medios, y una entrevista el pasado lunes terminó por construir el relato de su supuesto distanciamiento con la dirección nacional. “A mí me han dicho que gane en Madrid y yo voy a ganar Madrid a pesar del PP y a pesar de algunos del PSOE”, aseguró Carmona en la cadena Cope. El candidato desliga ahora por completo esas declaraciones de lo sucedido el fin de semana, y achaca sus palabras a un “pequeño enfado” con “algún elemento aislado del Partido Socialista de Madrid que está pensando en el congreso antes que ganar el Ayuntamiento y la Comunidad”.

Por congreso, Carmona se refiere al que deberá sustituir a Tomás Gómez al frente del partido en Madrid tras las elecciones, una cita que dependerá del resultado en las urnas pero que sobrevuela desde febrero y ha influido incluso en la confección de las listas electorales.

Carmona señala que su sintonía con Gabilondo es “plena”, como lo es con Sánchez, y que ambos candidatos se han encargado ya de acabar con “estos piques infantiles de campaña”.

Fuentes de la gestora del PSM reconocen que son dos candidatos “muy distintos”, y que “cada uno debe tener su propia agenda”. “No se puede pedir a cada uno ser lo que no es”, aseguran. Carmona mantiene un ritmo de actos y propuestas que desde el bando contrario parece rozar en el histrionismo, mientras que la pausa de Gabilondo lleva a la crítica contraria por quienes ven con poca simpatía al sustituto de Gómez elegido por Sánchez.

Por ahora su campaña discurre por sendas y a ritmos diferentes en un partido en el que lo que nunca faltan son suspicacias.