El contrabando de tabaco en Andalucía vuelve a dispararse
El 45% de los cigarrillos consumidos tiene un origen ilícito
Fue hace tres años, cuando tras décadas de contrabando, los estanqueros decidieron dar la voz de alerta sobre el peligroso crecimiento del consumo de los cigarrillos ilegales. Peligroso para la salud de los consumidores pero también para la economía de estos negocios que sí pagan los impuestos y para las arcas estatales. La Mesa del Tabaco, constituida para poner freno a este tráfico ilícito, no ha conseguido aminorar el crecimiento. De hecho, según los datos de este organismo, el tabaco que no tributa en España ha pasado de representar el 38,6% de todo el consumo, al 45,6%. Un porcentaje que se eleva al 80% en localidades como Algeciras o La Línea, las más próximas a Gibraltar.
Desde que saltara la voz de alerta, los controles de la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera en la frontera con Gibraltar, principal exportadora de tabaco, han crecido y han conseguido incautarse más de 800.000 cajetillas ilegales. Pero, según la Mesa del Tabaco, que ha emprendido campañas de concienciación, estas medidas han sido insuficientes para reducir el consumo de estos cigarrillos que no pasan los controles en España.
El consumo de tabaco ilegal superó en 2014 el 12,5% de todos los cigarrillos consumidos. Es un 1,2% más que en 2013, según la encuesta de paquetes vacíos elaborada por IPSOS. Estas cifras se disparan en el sur del país, especialmente en Extremadura y Andalucía. En el caso andaluz el crecimiento ha sido del 7,6% hasta acercarse a casi la mitad del tabaco consumido en España. El dato de ahora, el 45,6% es más grave si se compara con 2009 cuando no superaba el 4%. La subida de este año es exponencialmente la más alta desde 2012. En los últimos años había logrado casi mantenerse el nivel de consumo, aunque ha vuelto a aumentar.
El crecimiento ha sido significativo en Sevilla, que ha pasado del 38 al 56% en sólo un año. También ha subido, aunque en menor porcentaje, Cádiz, que ha pasado de casi el 39 al 47,6%. “La compra de tabaco ilegal en algunas zonas es, por desgracia, algo ya habitual y se ve como algo normalizado”, ha lamentado el portavoz de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo. La consultora Millward Brown resolvió en un reciente estudio que el 60% de los andaluces ve "normal" fumar cigarrillos ilegales.
Estas encuestas deshace el esfuerzo hecho por los estanqueros para alertar de las graves consecuencias que tiene este consumo. “El Gobierno ha perdido en tres años 10.000 millones de euros en impuestos”, explicó ayer el presidente de la Asociación Provincial de Expendedores de Tabaco de Cádiz, José Bermúdez. Eso conlleva cierre de estancos y pérdidas de puestos de trabajo. Otro dato preocupante es que estos cigarrillos no pasan por control sanitario alguno. “En una reciente carga que fue encontrada por la Guardia Civil se descubrió que habían sido rellenados con excrementos de conejo”, lamentó Bermúdez.
Los estanqueros sí han propuesto al Gobierno bajar los precios de las cajetillas, aunque eso debería ir acompañado con una reducción de los impuestos. Ahora mismo el 80% del valor de un paquete lo representan sus cargas fiscales. “El comercio ilícito es un peligro para la salud, pone en riesgo a los menores, provoca que se dejen de ingresar impuestos y perjudica la economía de 13.500 estanqueros”.
El llamamiento de la Mesa del Tabaco es aglutinar el esfuerzo de todos —estanqueros, agricultores, fabricantes y distribuidores— para encontrar una solución implicando al conjunto de la sociedad. El portavoz de esta mesa lo tiene claro. “Detrás de una cajetilla ilegal, que no está sujeta a ningún control, puede haber una vía de financiación a organizaciones criminales”. La Mesa del Tabaco atribuye este incremento, a pesar de la lucha contra el contrabando, a un nuevo fenómeno, la instalación de fábricas ilegales en España. Lo que Juan Páramo define como “una práctica preocupante que está en alza”.
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